EL MUNDO › LAS AVES QUE MIGRAN AHORA PUEDEN LLEVAR EL VIRUS A KENIA Y TANZANIA

Africa, donde puede empezar la pandemia

 Por Rafael Méndez *

En este preciso instante, millones de aves se dirigen a Africa. Han salido de todo el norte de Europa, desde Siberia a Noruega, para huir del invierno boreal. Viajan a través de las llamadas aeropistas, rutas que repiten cada año y por las que se juntan centenares de miles de ejemplares. Entre ellas hay patos, gansos, cisnes, y cercetas que van haciendo escala en los humedales. La última semana de octubre es el momento álgido del paso por Europa. Algunas de esas aves, especialmente las de los humedales, pueden ser portadoras del virus H5N1, el virus mutante de la gripe aviaria.
Lo que pueda pasar en Kenia o Tanzania, donde se juntan millones de aves, es ahora mismo la principal preocupación de la FAO, la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. El jefe de la Oficina Veterinaria, el francés Joseph Doménech, explica sus miedos: “Tememos que la gripe aviaria se convierta en endémica en Africa”. Doménech añade que “los países de Africa tienen menos capacidad de respuesta incluso que los de Asia y las condiciones son similares, con aves y humanos conviviendo juntos y muchos mercados de pollos”. Además, nadie confía en convencer a los devastados países africanos de que hay que sacrificar aves de corral, pollos y gallinas, para prevenir la expansión. Ese lujo no está en su mano. En Asia se han sacrificado o muerto unas 150 millones de aves de corral y aun así no ha logrado contener la expansión de la enfermedad.
Pese a la alerta, los científicos desconocen mucho sobre la gripe aviaria y las aves migratorias. Saben que a finales de abril aparecieron miles de aves salvajes muertas en el lago Quinghai, en China, una zona de intenso paso migratorio. Saben que después han aparecido aves salvajes en el Delta del Danubio, en Rumania, y después en Turquía y Grecia.
Pero ignoran cuántas especies son portadoras del virus o qué especies lo sobreviven y lo llevan sin desarrollar síntomas. “Necesitamos saber mucho más. Por ahora ha aparecido el virus en una decena de especies de aves, en ejemplares muertos, pero no podemos decir ni el porcentaje de aves que hay infectadas ni el número de especies a las que infecta”, explica Doménech. Lo que sí parece claro es que, aunque en Asia la transmisión entre países se ha dado a través de comercio de especies, los grandes saltos entre continentes y la llegada a la UE se deben a las migraciones.
“Cuando se juntan las aves en un humedal y hay un brote del H5N1, las aves pueden morir porque se transmite de las heces al agua, pero no hay un solo virus que mate al 100 por ciento de las especies que afecta. Así que creemos que hay dos mecanismos por el que transmiten el virus. Las aves vuelan unos días después de estar infectadas con el virus y antes de desarrollar la enfermedad y segundo: creemos que hay entre un 20 y un 30 por ciento de aves resistentes que no muestran síntomas”, afirma Doménech. Lo previsible es que esas aves bajen hacia el sur desde Rusia, Kazajistán y Mongolia (todos, sitios con casos), pasando por el Delta del Danubio y Turquía (hay nuevos casos confirmados) hacia Oriente Próximo y de allí a Kenia y Tanzania. La ruta es distinta a la que cruza Italia o España. Las aves buscan saltar el Mediterráneo por el estrecho más corto posible.
La FAO teme que en Africa el virus se haga endémico (que se quede siempre), saltando de aves de corral a aves silvestres, algo que a su vez facilitaría el salto a humanos. No hay nada que se pueda hacer para evitar el viaje a Africa. “Disparar a las aves o intentar cazarlas no es una solución, porque lo único que consigues es que se salgan de su ruta y vayan a otros lugares, con lo que el virus se dispersa aún más”, explica Christian Gortázar, director del Instituto de Estudios Cinegéticos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Castilla-La Mancha.
Lo único posible es separar a las aves de corral de las silvestres, pero la FAO cree que en Africa será muy complicado. Además, hay otro riesgo: en los humedales de Kenia y Tanzania se juntan aves de la ruta de Oriente Próximo con las de otras rutas europeas y con las que llegan desde el Sur de Africa. Si allí el virus salta de unas a otras, cuando vuelvan en primavera por el resto de aeropistas, pueden extender aún más el virus. “Si el virus llega a Africa a través de aves contaminadas, creemos que el próximo año, cuando en primavera vuelvan a Europa, pueden llevar el virus. Ese es el siguiente paso. Hay una posibilidad cada vez mayor de que llegue a Africa occidental y a Europa occidental”, señala Doménech, aunque matiza que igualmente pueden llegar en un cargamento contaminado o en una mascota infectada.
Gortázar afirma que “lo más normal es que el H5N1 llegue a Europa en primavera”, pero añade: “En España no será una gran enfermedad animal”. De los países africanos, nadie es capaz de decir lo mismo.

* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.

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