El mundo entero se unió para condenar el asesinato de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto. Ayer las principales potencias, sus vecinos, la Liga Arabe y la ONU coincidieron en calificar al atentado como un ataque directo a la democracia de Islamabad e instaron a los paquistaníes a evitar una nueva escalada de violencia. El Consejo de Seguridad convocó a una reunión de urgencia ayer por la tarde para discutir el clima de violencia del país musulmán. Desde Argentina, la presidenta Cristina Fernández aseguró que el asesinato de la ex premier es un golpe para todos y no sólo para sus compatriotas. “Todos nos sentimos afectados y víctimas de esta salvaje e incalificable agresión”, agregó la mandataria. En la región, las cancillerías de Brasil, Chile, Venezuela, Paraguay, Panamá, Nicaragua y El Salvador difundieron comunicados en los que se solidarizaron con el pueblo paquistaní. En Perú, Alan García fue aún más lejos y ordenó izar la bandera a media asta. El mandatario recordó que Bhutto fue una gran compañera y miembro de la Internacional Socialista, espacio al que también pertenece el partido de García, el APRA. En la región asiática, en tanto, India y Afganistán fueron los primeros en condenar el atentado. El canciller indio aseguró que todo el país, tradicional rival de Pakistán, estaba en shock. Con el mismo tono, el presidente afgano, Hamid Karzai, quien se había reunido con la ex premier unas horas antes del ataque, aseguró que fue un acto de “pura brutalidad”.