En el origen del caso Skanska hubo una grabación, con el tiempo famosa, que ahora acaba de sufrir un revés judicial. Según la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones, la grabación debe ser “excluida” como prueba del expediente porque fue capturada con un “ardid” de la compañía, por afuera del expediente judicial. Ahora la investigación podría estar en riesgo, pero eso no sucederá porque los jueces le dieron entidad a otro tipo de pruebas, como mails y documentos internos que ya tenían vida en el expediente. La causa Skanska comenzó por denuncias de evasión impositiva, realizadas por la propia Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), en maniobras de exportación y derivó en otra pesquisa por pago de sobreprecios y posibles coimas en la construcción de gasoductos.

La grabación cuestionada por el tribunal se conoció públicamente el año pasado. Se trata del diálogo entre el ex gerente de la firma sueca Javier Azcárate y el auditor Claudio Corizzo, que a hurtadillas le arrancó unas confesiones escandalosas. En aquella ocasión, Azcárate dio cuenta de las denuncias más importantes de la causa, como el pago de sobornos para ganar obras en los Gasoductos del Norte y del Sur, entre otros emprendimientos. Reveló también los porcentajes de dos por ciento y tres por ciento que habrían cobrado en forma de retorno los ahora ex responsables del Fideicomiso Nación como Néstor Ulloa y Energas como Fulvio Madaro.

Corizzo le aseguró a Azcárate, para hacerlo hablar, que nada de lo que diría iba a ser usado en su contra, y menos en una causa penal, ni por la compañía, como recuerdan ahora los jueces. Guardó el material en su computadora, pero el archivo se conoció poco después cuando el juez en lo penal tributario Javier López Biscayart se lo encontró en el marco de un allanamiento.

La causa Skanska está dividida en dos partes. Una, en el fuero penal tributario a cargo López Biscayart y la otra en el fuero federal. La primera es la más importante y está a punto de ser elevada al juicio oral. López Biscayart procesó allí a varias personas y a mediados de mayo la Cámara Penal del fuero le confirmó su línea de investigación con el procesamiento de un apoderado y otro ex gerente de la empresa. Indicó ahí por primera vez, además, que Skanska evadió impuestos por sumas millonarias a través de un sistema de facturas apócrifas.

En cambio, la causa federal sufrió un sinfín de demoras en los últimos meses a partir del alejamiento del juez Guillermo Montenegro, que pasó al Ministerio de Seguridad del gobierno porteño. Hasta el momento de irse, Montenegro llevó adelante una decena de indagatorias centralmente basadas en esa grabación. Varios abogados de los imputados de esta causa abrieron a partir de entonces un recurso para impugnar la grabación como prueba. Entre ellos, lo hizo Azcárate acompañado por su abogado Marcelo Habermehl. En el mes de junio de 2007, se presentó ante el juez para pedirle que declarara la grabación “ilícita y espuria”. Tal como sucedió en otros casos como el de Roberto Porretti recientemente, en aquel momento su abogado aseguró que “las cintas habían sido grabadas ilícitamente” para conseguir que todo el proceso diera marcha atrás.

Pero eso es lo que los jueces ahora aceptaron a medidas. Para el tribunal, la grabación quedó excluida porque se realizó como un “ardid” de parte de la auditoría externa de Skanska. Sólo hubiese servido si hubiese sido parte de la investigación judicial. También dijeron que los llamados a indagatoria continúan en pie porque están sostenidos en otras muchas pruebas como documentación interna, mails internos, donde se habla de la contratación de empresas fantasma. Tampoco los procesamientos de López Biscayart pueden sufrir un revés, porque él no citó como prueba las grabaciones, anticipándose a posibles cuestionamientos.