EL PAíS › DE LA SOTA SE REUNIO CON DUHALDE
No me dejen afuera
El motivo formal de la reunión fue un tema de gestión. Pero el precandidato pidió precisiones al Presidente acerca de las versiones que sugieren que no habrá internas. Duhalde dijo “ni”.
José Manuel de la Sota fue a verificar en persona si Eduardo Duhalde ya tomó la decisión de suspender las internas. Lo hizo por razones obvias: a esta altura es el único precandidato del PJ que sostiene que la puja debe hacerse a toda costa. Y si bien no se fue decepcionado, tampoco encontró la respuesta que esperaba. El Presidente simplemente le dijo que de su parte no va a hacer “nada más” sobre el tema.
En buen romance, Duhalde le dijo que de producirse un fallo judicial contrario a las internas debía ser el Parlamento quien decidiera los pasos a seguir. “Yo ya hice mi parte, que fue convocarlas”, le habría señalado el Presidente, dando a entender que ni siquiera figura entre los planes de la Casa Rosada apelar una medida adversa.
Para De la Sota, la suspensión de las internas sería un problema ya que, a su entender, éstas permiten legitimar al candidato de un partido. En un reportaje publicado ayer por Página/12, el cordobés dijo que “hay que votar” y que “no es serio” el camino alternativo que ofrece la Ley de Lemas o el proyecto del diputado Gerardo Conte Grand, que también permite a los partidos presentar un número indiscriminado de candidatos. “Tiene que haber internas sí o sí”, señaló a este diario.
El ánimo de De la Sota mejoró cuando Duhalde le expuso una encuesta actualizada que estaría demostrando un crecimiento del cordobés en el Conurbano bonaerense, un distrito que hasta ahora venía repartiendo sus preferencias entre el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el ex presidente Carlos Menem.
Tras el análisis del sondeo, De la Sota hizo un breve relato de sus próximos pasos en la provincia de Buenos Aires, de acuerdo con un plan de ruta que consensuó la última semana con dirigentes del distrito y que terminó confirmando el viernes en un acto en el porteño Teatro Astral, sobre la avenida Corrientes.
Más allá de las especulaciones, la mayor certeza que se llevó de la residencia presidencial de Olivos fue un compromiso de Duhalde de mantener en pie la planta militar de Lockheed-Martin, que da a Córdoba más de mil puestos de trabajo, pero que reclama 230 millones de dólares por el mantenimiento de aviones de la Fuerza Aérea.
Mientras compartió el café con De la Sota, Duhalde se comunicó con los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Defensa, Horacio Jaunarena, para buscar la manera de refinanciar la abultada deuda que el Estado mantiene con la concesionaria de la ex fábrica militar de aviones de la Fuerza Aérea.
Concretamente, la empresa –que tiene proyectada la construcción de aeronaves de entrenamiento avanzado– reclama una renegociación del contrato. Y Jaunarena analizará junto a Lavagna la asignación de más de 100 millones de pesos en una partida especial para atender el reclamo de la concesionaria norteamericana.
Duhalde quiere aterrizar hoy en Córdoba al menos con una respuesta concreta que descomprima la tensión. El viaje del Presidente, de todos modos, tiene otro motivo: De la Sota lo invitó a participar en la localidad de La Porteña de la inauguración de una planta láctea. No fue lo único que el Presidente aceptó del candidato. También le prometió subir a Herman Olivero –gobernador de Córdoba en ejercicio, ya que De la Sota está de licencia– al avión que lo llevará junto a Felipe Solá y Carlos Reutemann a Brasil. Dicen, aunque pocos le creen, que allí no se hablará de política sino solamente de la situación de la industria automotriz.