El Salón Azul del Senado sirvió como escenario para determinar el termómetro de las negociaciones que se realizaban en paralelo a la sesión. Antes de que se iniciara el debate, el senador José Martínez, ARI-Tierra del Fuego, anunció allí su voto por la negativa, acompañado por su compañera María Rosa Díaz y el diputado Claudio Lozano. Después de las cinco de la tarde varios senadores de la oposición (Coalición Cívica y UCR) salieron a comunicar que había un empate virtual y mucho enojo en el oficialismo.

A las 10.20 (minutos antes de que se iniciase la sesión), apareció en el Salón Azul el legislador fueguino Martínez con el objetivo de adelantar su voto, “para evitar luego cualquier suspicacia”, según sus palabras. “Estamos a favor de las retenciones. Su constitucionalidad ya quedó saldada cuando se impusieron las retenciones a los hidrocarburos, pero creemos que deben existir otros sectores que aporten. Tenemos que discutir la renta minera, la de la pesca y la financiera. El oficialismo está convencido en no modificar el proyecto. Y si no hay ninguna modificación, no podremos acompañar la iniciativa oficial”, adelantó Martínez.

A medida que avanzaba la jornada, los indecisos iban quedando en el camino. A los senadores fueguinos se sumó Teresita Quintela (FpV, La Rioja), que, luego de varias idas y vueltas, comunicó su voto por la negativa. “Anteayer había dicho que votaba por el proyecto nuestro, pero después cambió. Pero ya hicimos algunos ajustes”, señaló a PáginaI12 el kirchnerista César Gioja (San Juan).

No bien empezó a correr la lista de oradores, el score en el Salón Azul estaba 37 a 35, a favor del oficialismo, incluyendo los votos positivos de dos indecisos: el catamarqueño Ramón Saadi y Emilio Rached (Frente Cívico por Santiago). Luego de más de dos horas de debate, había en el recinto 71 senadores. El gran faltante era Rached (que llegó varias horas después). Si a esa hora se hubiese votado, el resultado habría arrojado 36 votos positivos contra 35 en contra. Los rumores de esa hipotética votación daban como factor desequilibrante al catamarqueño Ramón Saadi. El oficialismo ya lo contaba como propio, hecho que quedó demostrado cuando habló en el recinto, seis horas más tarde.

El primer senador de peso que pasó por el Salón Azul fue Fabián Ríos (FpV, Corrientes), presidente de la Comisión de Presupuesto. “No hay negociaciones en marcha, simplemente estamos debatiendo en el recinto las diferentes posturas. Va a ser una votación ajustada”, señaló. A esa altura, el senador correntino confiaba en que el oficialismo tenía la mitad más uno de los votos. Rached, que llegó al recinto alrededor de las tres de la tarde, se convirtió en el indeciso más afamado luego de que Saadi aclarara su postura. Sin embargo, nada estaba definido aun.

A las 16.45, el socialista Rubén Giustiniani aseguró a este diario que el oficialismo y la oposición estaban en una paridad de votos. “Si gana el no, será porque la media sanción de Diputados es mala y no resuelve el problema de los pequeños y medianos productores. El oficialismo ya perdió varios legisladores propios”, indicó.

Por momentos, el optimismo ahondó en la oposición. Desde la Coalición Cívica salieron a decir que había varios referentes del oficialismo con “caras de muy mal humor”. Entre ellos, señalaron al jefe del bloque K, Miguel Pichetto, que entraba y salía del recinto, con ausencias prolongadas. “En un momento se empezaron a bajar oradores del oficialismo, como dando a entender que tenían los votos. Pero después volvieron a sumarse a la lista. La decisión estará a la hora de la votación”, indicaron a PáginaI12 desde la CC.

A las 19.48, apareció por el Salón Azul el radical Gerardo Morales –acompañado por Mario Negri–. “Estamos empatados, pero en caso de ser necesario, iremos a la Corte Suprema de Justicia”, graficó. Fue el momento de mayor tensión para la oposición en el Salón Azul. Cuando el titular del Comité Radical estaba hablando frente a unos medios de comunicación, las autoridades del Senado distribuyeron un comunicado indicando que el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, “sólo dará a conocer su voto en el recinto y en caso de empate, ni antes ni después”. Una mueca de sonrisa se le pudo ver a Morales, pensando en un posible desempate.

A las 20.30, llegó el discurso de Saadi, dando su apoyo al gobierno nacional. Una de las grandes incógnitas quedaba develada. Rached se convirtió en el protagonista involuntario de las suspicacias que corrían por el Salón Azul. Incluso el inefable (Carlos) Menem tomó protagonismo con su ausencia por varios minutos –lo que llevó a especularse con un votante menos–, aunque después volvió a ocupar su banca. “O sale 36 a 36 o 37 a 35”, resumió Juan Carlos Marino (UCR, La Pampa).