Jueves, 24 de julio de 2008 | Hoy
EL PAíS › EL NUEVO JEFE DE GABINETE BUSCARá ENCAUZAR EL DIáLOGO CON OFICIALISTAS Y OPOSITORES
Sergio Massa dijo que va a “escuchar a los gobernadores, intendentes y legisladores”. Asumirá hoy, a las 18. Hay expectativa por la posible presencia de su antecesor Alberto Fernández en ese acto en la Casa Rosada.
Por Martín Piqué
“Voy a dialogar mucho. Tenemos que federalizar el trabajo del Gobierno.” Lo repitió con cada micrófono que le pusieron adelante. “Tenemos que articular un diálogo fructífero”, había dicho a los movileros que lo fueron a buscar a Tigre. Lo mismo dijo a la noche, en una charla en televisión. En su estreno informal de la Jefatura de Gabinete (asumirá hoy a las 18, probablemente con la presencia de su antecesor), Sergio Massa exhibió varias palabras claves. Y las pronunció varias veces, como un mantra oriental que busca tranquilizar a la audiencia. “Diálogo”, “escuchar a los gobernadores, intendentes y legisladores”, “estar cerca del Parlamento”, “consolidar las instituciones”. Esos conceptos, que se repitieron con el paso de las horas, habían sido enumerados por la Presidenta al dar las primeras instrucciones. “Voy a estar al lado de la Presidenta, y también al lado de gobernadores, ministros e intendentes”, prometió luego Massa. Sus palabras anticiparon el perfil de su gestión, pero también expusieron el nuevo mapa del poder con el que deberá convivir el Ejecutivo.
El día más importante en la meteórica carrera política de Massa comenzó a las 8.55. Justo a esa hora, tras un llamado urgente desde Olivos, el intendente de Tigre era recibido por la Presidenta. “La reunión duró una hora y diez minutos. Me planteó su voluntad de que la acompañara en la gestión. Entonces charlamos de todos los temas. Y conocí el temario de trabajo que ella pretendía de mí”, relató luego el joven y experimentado dirigente de 36 años. Tras esa primera charla, Massa regresó a Tigre para ordenar la transición en su intendencia (dejará el municipio en manos del primer concejal del FpV en su distrito, Luis Zamora) mientras que las pantallas de TV comenzaban a mostrar placas rojas con la confirmación de que sería el nuevo jefe de Gabinete. Como es de rigor en estos casos, el elegido comenzó a recibir imparables llamados de felicitaciones.
“Tuve muchos llamados para transmitirme su apoyo de gobernadores, senadores, dirigentes sociales y sindicales”, contó Massa. La lista mostraba un apoyo general del peronismo, expresado a través de los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), José Alperovich (Tucumán), Mario Das Neves (Chubut) y Juan Manuel Urtubey (Salta). También llegaron felicitaciones de intendentes del conurbano: Massa es un hombre de la primera sección electoral, tiene muy buena relación con Raúl Othacehé, de Merlo, y un vínculo correcto pero más distante con el resto de los caciques del GBA. La serie de congratulaciones se completó con los dos cuerpos del Congreso (le mandaron saludos el titular de Diputados, Eduardo Fellner, y el jefe del bloque K en el Senado, Miguel Pichetto) y con el secretario general de la CGT, Hugo Moyano.
Las únicas expresiones de inquietud, hasta de disconformidad, surgieron de los movimientos sociales y del kirchnerismo porteño, liderado por Alberto Fernández. Hubo dirigentes sociales que expresaron su preocupación por los antecedentes de Massa en la UCeDé, el menemismo y el duhaldismo. “Lo más preocupante de la etapa que se abre es el riesgo de que se pierdan los valores de la militancia política que habían sido claves en la construcción del Gobierno en detrimento de valores de perfil tecnocrático y eficientista”, opinó el titular de Cascos Blancos de la Cancillería, Gabriel Fuks. Bien distinta fue la lectura desde los sectores empresariales, que elogiaron calurosamente la designación. Hubo aplausos de la Unión Industrial Argentina y Adeba, la asociación de bancos privados. “Abre una cuota de confianza”, señaló Adeba en un comunicado.
Consciente de que su nombramiento abrió lecturas diversas, Massa dijo que quería conformar a todos. “Lo que yo pretendo es sentarme, ponerme a trabajar, para que aquellos a los que mi nombramiento generó expectativas, vean los resultados. Y aquellos que no están tan entusiasmados, también”, señaló. Enseguida le pidieron que definiera cuál sería su impronta como funcionario. Massa respondió con la candidez del discurso optimista que impuso Daniel Scioli. “Soy un chico de 36 años que tiene optimismo y capacidad de diálogo”, dijo en su primer entrevista televisiva.
Después llegaron las preguntas más difíciles. Lo consultaron por el rol que jugará el ex presidente Néstor Kirchner, le pidieron su opinión sobre el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “En un equipo cada uno tiene un rol y el armado es facultad de la Presidenta”, respondió con jerga futbolística. Luego los conductores de A Dos Voces lo interrogaron por la relación del Gobierno con los medios (“¿van a bajar los decibeles?”). Massa hizo un breve silencio y respondió con una sonrisa. “Tenemos que hablar, entendernos.”
Sorprendido por su nuevo rol como intendente de Tigre, el reemplazante de Sergio Massa aseguró que desde ahora el gobierno nacional tendrá con la nueva incorporación “una impronta de más diálogo y cercanía con la gente”. Julio César Zamora reemplazará al flamante jefe de Gabinete nacional como intendente de Tigre, en donde el Concejo Deliberante le dio licencia. Hasta ahora, era su secretario de Política Sanitaria. Había sido electo primer concejal y tomó licencia para asumir en el gabinete de Massa. Ahora deberá renunciar a ese cargo y reasumir como presidente del Consejo Deliberante para quedar provisoriamente a cargo de la intendencia. “Es un hecho que a todos nos llena de alegría, que la Presidenta haya pensado en un hombre de capacidad política como es nuestro intendente”, dijo Zamora. “Massa no se va, sigue con nosotros”, acotó.
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