Con actos recordatorios, reclamos y hasta revelaciones fue homenajeada ayer la figura del ex secretario general de la CGT José Ignacio Rucci. Sus familiares pidieron ser recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y hubo homenajes en la Cámara de Diputados y en el cementerio de la Chacarita. El titular de la CGT, Hugo Moyano, manifestó que va a recurrir “a quien tenga que recurrir para que, de una vez por todas, se sepa quién lo mató”, al tiempo que el juez federal Ariel Lijo le pidió opinión al fiscal federal Luis Comparatore sobre la solicitud de los hijos de Rucci de reapertura de la archivada causa judicial por su asesinato.

Aníbal y Claudia Rucci propusieron como medida de prueba el testimonio del periodista Ceferino Reato, autor del libro Operación Traviata, quiénes mataron a Rucci, y que le pregunten la identidad de dos de los integrantes del comando ejecutor que aún seguirían vivos. “Según este libro, el crimen de mi padre fue obra de la cúpula montonera, que decidió tirarle un cadáver al general Perón para demostrarle que debía tenerlos en cuenta y lo cometieron”, declaró Aníbal Rucci.

“El movimiento obrero organizado respaldará el reclamo de justicia y esclarecimiento del crimen de ese pequeño gran gigante que fue José Ignacio Rucci, y una vez develado, los asesinos deben ir a la cárcel”, expresó el líder cegetista Hugo Moyano en un acto realizado en Azopardo 802, junto la familia Rucci, su esposa Nélida Baglio y sus hijos, al cumplirse 35 años de su muerte.

Por su parte, el diputado y dirigente gastronómico Dante Camaño encabezó un acto en la Cámara baja en el que Antonio Cafiero fue el principal orador. “Rucci es un genuino mártir del movimiento sindical argentino y su ejemplo sigue siendo la antorcha que ilumina el camino argentino”, expresó el veterano dirigente. Estuvieron Federico Pinedo, Francisco de Narváez, Luis Lusquiños y Luis Barrionuevo, quien preside la CGT Azul y Blanca, enfrentada a la central que conduce Moyano. A la ceremonia de la UOM en la Chacarita acudieron los sindicalistas Antonio Caló, Naldo Brunelli, Carlos Gdansky, Omar Viviani, Domingo Petrecca, además de la familia. “Como presidenta de los argentinos tiene que recibirnos, espero un gesto de grandeza”, dijo la viuda de Rucci.

Los restos de Rucci permanecieron durante casi tres años en una tumba que no era la suya, por temor a una profanación. Ante las amenazas, el interventor de Cementerios, Sebastián Borro, el titular del gremio de cementerios, Petrecca, y , Lorenzo Miguel, urdieron el plan para evitarla. “Llenamos con piedras un ataúd y lo pusimos en lugar del que estaban los restos de Rucci y a ese cajón lo trasladamos discretamente a la bóveda de la familia Montesano”, dijo Petrecca..