No era el ámbito propicio para temas de fondo ni lo buscaron. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el subsecretario de Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Tom Shannon, se encontraron ayer en el Council of the Americas, pero siempre estuvieron rodeados de gente. Apenas se percibió una especie de aparte en un lugar repleto de gente, que duró solo un minuto.

El encuentro había generado expectativa porque Argentina considera afectadas las relaciones con Estados Unidos por las declaraciones de Guido Antonini Wilson, testigo protegido del FBI. Sin embargo, Shannon ya estaba en una antesala cuando llegó la Presidenta con su esposo Néstor Kirchner, en una de las pocas apariciones públicas en Nueva York del ex presidente. Ambos lo saludaron con cordialidad y según algunos testigos, Shannon le dijo a Kirchner: “Hace mucho que no nos vemos”. “Sí, hace mucho”, contestó.

Luego no sólo compartieron la mesa en el Waldorf Astoria, sino que Shannon fue ubicado entre Kirchner y el presidente de la OEA, José Miguel Insulza. La Presidenta, por su parte, tenía al lado a su marido y a la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Elaine Chao. Entre bocado y bocado, Kirchner y Shannon hablaron bastante, pero se supone que no de temas ríspidos en medio de tantos testigos.

Shannon se fue cuando la Presidenta terminó de dar su discurso, porque tenía una conferencia de prensa en Manhattan. Y allí, ante la pregunta obligada, se refirió al juicio que se realiza en Miami. “Las relaciones entre los Estados Unidos y la Argentina están basadas en intereses y en valores compartidos que no deberían verse afectados por este juicio. Estamos comprometidos a mantener una relación fuerte”, fue la frase más relevante.

También dijo, en su estilo diplomático, que no hay que darle tanta trascendencia a los dichos de Antonini Wilson. Lo hizo así: “Este es un juicio que acaba de comenzar y sería un error saltar sobre las evidencias presentadas hasta ahora y construir sobre eso algo más grande”.

Por último, se refirió a Venezuela, quizá con la intención de separar los tantos y despegar a la Argentina del centro de la escena. En este caso señaló: “Es importante entender que este juicio no es sobre la Argentina, sino que es sobre Venezuela; es sobre las actividades de agentes venezolanos que operaban en los Estados Unidos sin licencia ni permiso”.