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Si la impunidad a los jueces de la Corte Suprema fue una vergüenza, la denuncia por el pago de sobresueldos a integrantes del bloque justicialista amenaza con convertirse en un verdadero escándalo que puede terminar por hacer estallar a la bancada oficialista y, sobre todo, descabezar a varios integrantes de su conducción. El presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, recibirá hoy a los diputados del PJ que realizaron la acusación. El bonaerense deberá optar entre abrir una investigación o desestimarla. Una u otra opción derivará en una casi segura fractura del bloque oficialista, la primera desde 1983.
La denuncia fue realizada por los diputados del grupo Talcahuano, Sergio Acevedo, Gerardo Conte Grand, Ricardo Falú, Julio Gutiérrez, Mónica Kuney y Arturo Lafalla. Estos sostienen que el bloque que conduce Humberto Roggero entregó desde principios de año a buena parte de sus miembros pagos extras con dinero que no provenía de la Cámara de Diputados. La cifra de la que se habla es de alrededor de 2000 pesos por legislador y por mes. Si se tiene en cuenta que –según los denunciantes– hay un centenar de legisladores que reciben estos dineros negros, en el lapso de un año se habrían pagado 2,4 millones de pesos. Los Talcahuano no sólo pretenden saber cuánto y a quiénes se les entregó este dinero. También quieren saber el origen de estos fondos. En la Cámara de Diputados hay legisladores que miran a la SIDE porque “es el único lugar en donde todavía subsisten los fondos reservados”.
En julio pasado, Camaño negó la existencia de esos dineros negros durante una reunión con los Talcahuano y Roggero, y donde conminó al cordobés para que diera una explicación satisfactoria. El titular del bloque oficialista habría reconocido el pago y se comprometió a decir de dónde surgió el dinero y de qué monto se trataba. La respuesta de Roggero recién llegó el 24 de septiembre, pero en ella negó la existencia de estos dineros. Esto generó el repudio de los Talcahuano, quienes decidieron insistir con este tema una vez superado el debate por el juicio político a la Corte Suprema.
Esta es la razón del encuentro de hoy. Los denunciantes pretenden una respuesta institucional por parte de Camaño y, según trascendió, la decisión del bonaerense es crear una comisión investigadora conformada por diputados del bloque sospechado. Todo indica que la iniciativa será rechazada de plano por los denunciantes, ya que algunos de ellos entienden que la mejor respuesta sería recurrir a la Justicia.
Una de las primeras consecuencias de este caso sería la fractura del bloque oficialista. La semana pasada, el propio Acevedo le dijo a este diario que “para quedarnos se tiene que ir Roggero”. De concretarse sería la primera desde el retorno del sistema democrático. Durante estos últimos años la bancada del PJ funcionó con claras divergencias internas pero nunca nadie se atrevió a formar un bloque aparte. Los que tuvieron diferencias terminaron rompiendo con el partido, como fue el caso del Grupo de los Ocho.
De todas formas, es muy poco probable que Roggero abandone la conducción de la bancada así porque sí. Si bien es cierto que el cordobés había anunciado su decisión de dar un paso al costado para ocupar un puesto menos traumático como es una representación diplomática en Europa, lo cierto es que, a partir de las afirmaciones de los Talcahuano, Roggero ha decidido postergar su dimisión hasta tanto se aclare su situación.