EL PAíS
Camaño jura, jura y jura, pero las pruebas se juntan
La ministra de Trabajo perjura que no existían las reuniones con banqueros o con el contagioso Bercún. Pero las agendas incautadas a los jefes del sector bancario demuestran que los encuentros eran rutina. Claro que al declarar todos dicen que hablaban de temas de rutina, inocentes.
Por Adriana Meyer
Las agendas de los implicados en la causa por las nuevas supuestas coimas en el Senado revelaron lo que muchos implicados callaron. Un botón de muestra: a fines de julio la ministra de Trabajo Graciela Camaño se reunió con el director de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) Norberto Peruzzotti (ver nota aparte). Una alta fuente del caso comentó a este diario que ese período es “crítico” porque estaban en marcha las negociaciones por las leyes que desataron el escándalo. Una de ellas es la que impulsó el marido de la ministra, el senador Luis Barrionuevo. Por esos días, Peruzzotti también mantuvo un encuentro con el secretario general de la Asociación Bancaria Juan José Zanola y el lobbista Carlos Bercún. Y otro del que participó Bercún y el ex senador Ricardo Branda. Este diario había preguntado si en las agendas secuestradas en la ABA o en las oficinas de Bercún aparecía alguna reunión entre la ministra y el lobbista. La respuesta fue negativa. “Claro que cuando declaran acá todos dicen que hablaron de otra cosa”, se quejó uno de los investigadores. En el caso de la reunión con Branda, el tema de conversación habría sido “asuntos económicos generales”.
Al parecer las oficinas de Bercún con vista al Congreso tienen las comodidades necesarias para realizar cenas a las que concurrían funcionarios influyentes e influenciables. El 2 de mayo habría tenido lugar un encuentro importante entre legisladores y banqueros. Trascendió que la ministra Camaño había participado, pero ella salió a desmentirlo enfáticamente. Sin embargo, de la agenda de Peruzzotti surge que la esposa de Barrionuevo se contactó con el virtual número dos de la ABA. Quienes lo conocen aseguran que es el “alma mater” de esa asociación que nuclea a los bancos extranjeros, y que su verdadera dedicación es el lobby.
Apenas concluidos los allanamientos, en el juzgado interrogaron al presidente de esa entidad Manuel Vicens por los detalles de una agenda que, en realidad, usaba Peruzzotti. De allí surgen encuentros con el ex senador Ricardo Branda, actualmente director del Banco Central y con el presidente del Senado Juan Carlos Maqueda. Peruzzotti y Vicens visitaron el 18 de setiembre al procurador general Nicolás Becerra, que es el jefe de los fiscales, uno de los cuales investiga este caso. La causa ya estaba en marcha, pero los protagonistas del encuentro negaron que se haya hablado de ese tema. “Fue una reunión protocolar para presentar al nuevo presidente de la ABA”, explicó Peruzzotti en su declaración testimonial. La misma respuesta dio Vicens al ser interrogado respecto de su visita al Senado para entrevistarse con Maqueda. También aparecen contactos con el ex ministro menemista Roberto Dromi, que no llamaron particularmente la atención de los investigadores. Y con muchos periodistas. Uno de ellos fue con Joaquín Morales Solá y ocurrió el 16 de agosto, la fecha clave del caso porque ese día los cuatro banqueros, Carlos Giovanelli del Citibank, Manuel Sacerdote del BankBoston, Emilio Cárdenas y Michael Smith del HSBC, se reunieron con los embajadores de Estados Unidos y Gran Bretaña. Peruzzotti admitió haber visto a Solá pero explicó que no le preguntó nada sobre las coimas. También figura una reunión con “Kohan” pero se presume que no se trata del ex funcionario menemista sino de un periodista.
Otra agenda reveladora fue la del británico presidente del HSBC, Smith, en la que pudieron verificarse los contactos con el periodista que escribió los artículos que destaparon el caso. Aunque Smith negó haber hablado con Thomas Catán sobre las coimas, aseguró que “nunca tergiversó la realidad”.
Eso sí, la reunión del 16 de agosto, descripta por el Financial Times, figura en las anotaciones de todos. A la mente de los investigadores volvieron las palabras de la senadora Malvina Seguí: “Adelante mío (el presidente del bloque justicialista del Senado José Luis) Gioja le dijo a (el senador Jorge) Capitanich que dejaran de reunirse con banqueros afueradel Senado”. De todos modos, hay muchas reuniones y pocas nueces. El cruce de las llamadas telefónicas de banqueros y senadores podría aportar algo más sustancioso que la comprobación de contactos en los que la palabra “coima” jamás habría sido pronunciada.