EL PAíS
Sin Gobierno, la Iglesia se reúne con las ONG
La CTA, la comunidad judía, cristianos ortodoxos, evangélicos y organizaciones sociales ampliaron el Diálogo Social, “sin Gobierno, pero tampoco contra el Gobierno”.
Por Washington Uranga
Con la participación del CTA, a través de Claudio Lozano y Carlos Custer, y con la presencia de representantes de organizaciones sociales, de la DAIA, la AMIA y B’Nai Brith Argentina –entre otros por la comunidad judía– la Iglesia Ortodoxa de Antioquía y la Convención Evangélica Bautista entre otros cristianos no católicos, se inició el viernes una segunda etapa “ampliada” del Diálogo Argentino. El encuentro, “que ya no convoca el Gobierno, pero que tampoco es contra el Gobierno”, como señaló uno de los voceros, aspira a superar las dificultades de implementación efectiva de los acuerdos planteada en la primera fase concretando ahora una “agenda de gobernabilidad” que pueda ser sometida a los partidos políticos y asumida como compromiso por la dirigencia.
Tal como lo señaló en la apertura la economista Cristina Calvo, de Cáritas Argentina, en la primera etapa del Diálogo convocada a comienzos de año por Eduardo Duhalde se produjeron “avances significativos” en relación a los “consensos alcanzados” entre los diferentes participantes, pero estos no pudieron concretarse en “reformas efectivamente implementadas”. Esta fue la evaluación que hicieron los obispos católicos en la asamblea extraordinaria realizada el mes pasado, en la que decidieron también dejar el protagonismo en manos de los laicos católicos, para entrar en etapa que ahora se denomina “Mesa ampliada del Diálogo Argentino” y en la que se ha dado cabida a representantes de otros cultos, nuevas organizaciones y fuerzas sociales.
Uno de los propósitos planteados para la esta etapa es el de “alentar una amplia y profunda movilización social, que desde cada barrio, localidad, asociación y grupo comunitario del país, reclame con insistencia y en paz, por la vía del diálogo, las transformaciones necesarias a los dirigentes de todos los sectores, muy especialmente a los políticos, responsables primarios de la promoción del bien común”.
Entre los aproximadamente sesenta delegados de diferentes organizaciones que se reunieron el viernes, se logró consenso respecto de la necesidad de que esta segunda etapa del Diálogo tenga una presencia pública importante, como forma de manifestarse hacia la sociedad, razón por la cual se ha comenzado a pensar en la realización de un gran acto o manifestación popular para respaldar la iniciativa dialoguista. José Ignacio López, vocero del Diálogo, confirmó que los participantes “coincidieron en la conveniencia de organizar alguna manifestación pública, masiva y simultánea, como reconocimiento de este espacio de Diálogo”.
El obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, encargado por el Episcopado para seguir de cerca la iniciativa, mostró su satisfacción por la integración y la participación de nuevas instituciones “en nombre de mucha gente que está sufriendo” y dijo que, a su juicio, el Diálogo tiene que tener una metodología “para hacer eficiente y constante el trabajo”, esperanza “pese a las dificultades y los escollos”, debe atender a los “pobres y a los excluidos” como preocupación central, y estar en constante relación con los dirigentes “porque para ellos, para ayudarlos a la renovación y la legitimidad” son los consensos que se persiguen.
Operativamente la “Mesa ampliada del Diálogo Argentino” contará con un “comité ejecutivo” para impulsar las acciones cotidianas. Se integrarán también cuatro comisiones de trabajo: “comunicación y medios”, “diálogo con todos”, “incidencia en la coyuntura” y “agenda de gobernabilidad”.