Miércoles, 28 de enero de 2009 | Hoy
EL PAíS › DIA DE CRUCES POR DENUNCIAS DE ANTISEMITISMO DE LA COMUNIDAD JUDIA Y RESPUESTAS OFICIALES
El embajador de Israel en la Argentina y representantes de la comunidad judía calificaron como una “ola de antisemitismo” las protestas del lunes en repudio a la política de Israel en la Franja de Gaza. Luego de las duras críticas que la dirigencia judía recibió por la mañana por parte de Sergio Burstein, de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA, la mutual denunció la existencia de “una campaña antisemita perfectamente organizada, pagada y financiada” y consideró “intolerable y agraviante el silencio de gobernantes, partidos y sectores políticos y sociales de la Nación”. Más tarde el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, afirmó que el Gobierno “no va a permitir que se levante la voz contra ninguna minoría de argentinos”, aunque aseguró estar “convencido de que no existe un brote antisemita en Argentina” y que sólo hubo “manifestaciones de-safortunadas”.
Poco más de setenta piqueteros y miembros de grupos de izquierda se movilizaron el lunes al Hotel Intercontinental, propiedad de Eduardo Elsztain, tesorero del Consejo Mundial Judío, para repudiar el aporte de fondos a “la invasión y el bloqueo de Palestina”. Miembros de Convergencia de Izquierda, la Coordinadora Guevarista Internacional, el Bloque Piquetero Nacional y la Asamblea del Pueblo fueron luego a la AMIA, al tiempo que una amenaza de bomba obligaba a desalojar varias oficinas.
Ayer a la mañana, durante la Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el embajador israelí Daniel Gazit denunció la existencia de una “ola de antisemitismo”, consideró que “los extremistas están aprovechando cualquier cosa que pasa en Medio Oriente para atacar a los judíos” y aseguró que las manifestaciones responden “a otros intereses, que no tienen nada que ver con lo que pasa en Medio Oriente”.
Burstein desparramó críticas en varios frentes. Advirtió que “seguidores de la ideología nazi brindan apoyo a todo aquel que asesina judíos”, calificó “de una pobreza lamentable” la respuesta del Gobierno y le reclamó “una clara señal”. Acusó al piquetero Luis D’Elía de organizar “un carnaval demoníaco” junto con “organizaciones de derechos humanos y partidos políticos” y aseguró que la invasión a Gaza “es una excusa para que el odio que D’Elía siente contra los judíos brote, se haga carne, y vivamos atemorizados”. Luego criticó “la tibia actitud de nuestros dirigentes” y les reclamó que “hagan escuchar su voz”. Cerró con un mensaje a María José Lubertino, titular del Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. “Aún estamos esperando la condena enérgica del Inadi por estos hechos aberrantes”, dijo.
D’Elía no tardó en responder. “Es bueno aclarar que semitas son también los árabes y los persas, y que en todo caso soy antiimperialista y respetuoso de la libertad y autonomía de los pueblos”, dijo. Calificó al gobierno de Israel como “casi filonazi” y se preguntó: “¿Qué clase de guerra es ésta en la que mueren 13 personas de un lado y 1500 del otro?” “Yo pregunto si son también antisemitas los 120 mil israelitas que marcharon en Tel Aviv en contra de la agresión” en Gaza, planteó, y afirmó que los miembros del gobierno de Israel “deben ser condenados por la comunidad internacional por los gravísimos crímenes de guerra en los que utilizaron fósforo blanco y otras armas contra la población civil.”
El titular de la DAIA, Aldo Donzis, consideró “inaceptable que ningún dirigente ni la sociedad argentina plural y democrática se hayan expresado contundentemente contra semejantes manifestaciones de antisemitismo”. “Resulta inconcebible que tengamos que convencer al Gobierno de que las últimas manifestaciones no tienen nada que ver con el tema de Medio Oriente y son parte de campañas judeofóbicas y antisemitas”, agregó.
“No comprendo cuál es el reclamo (de Burstein), estamos permanentemente reclamando ante las autoridades”, respondió el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, a la Agencia Judía de Noticias. La mutual alertó luego a través de un comunicado que “como no se veía desde hace decenas de años, aparecieron en las pintadas de las calles y en las pancartas de los manifestantes las tétricas cruces esvásticas junto a la estrella de David”. “Ante la falta de acción oficial, que no toma conciencia de la existencia de una campaña antisemita, estos grupos han redoblado su apuesta y convocaron a un acto en la propia puerta de la AMIA”, acción que calificó como “una provocación y una demostración de impunidad”.
Lubertino aclaró a primera hora que “el Inadi no es un organismo opinador”. Más tarde, en un comunicado, expresó su “rechazo de cualquier manifestación de antisemitismo que pueda generarse en el marco de la libre expresión de opiniones críticas hacia la actuación del Estado de Israel”, sostuvo que “comparte la postura expresada por Cancillería y ratifica su repudio ante cualquier tipo de discriminación y atropello contra los derechos humanos”.
Al atardecer, en el marco de un acto en Cancillería para recordar el Holocausto, el canciller Jorge Taiana dijo que “la sociedad argentina constituye un ejemplo de convivencia y tolerancia entre todos los credos y tradiciones y todos estamos fuertemente comprometidos a que así siga siendo”. Aníbal Fernández admitió que “no es justo que una persona que eligió este país para vivir sea insultado por profesar la religión judía”, aunque consideró que “no existe un brote antisemita” y agregó que el Inadi investigará posibles “manifestaciones que hayan tenido gestos antisemitas”. Luego del acto, el titular de la DAIA, Aldo Donzis, se manifestó conforme con la reacción oficial.
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