La visita de Néstor Kirchner a Avellaneda, ayer a la tarde, fue mucho más que un nuevo acto en su rutina de visitar el conurbano todos los martes. El discurso que realizó Kirchner en el coqueto Teatro Roma, donde expuso ante unos 600 militantes y dirigentes del PJ bonaerense, significó su ingreso de lleno a la campaña electoral. La arenga que pronunció el ex mandatario alentó aún más las expectativas que muchos miembros del oficialismo tienen de que sea primer candidato a diputado del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires. Desde el palco y acompañado por el gobernador Daniel Scioli y el intendente Baldomero “Cacho” Alvarez, el santacruceño eligió como contrincante al ex presidente Eduardo Duhalde y a la terna de centroderecha formada por Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco de Narváez. “Tienen miedo de mostrarlo, que no tengan miedo, si lo tienen como consejero que lo muestren”, desafió Kirchner. Para muchos, fueron las palabras de un candidato ya lanzado.

Además de exaltar el vínculo con Duhalde con el trío Macri-Solá-De Narváez, los definió como “neoduhaldistas”. La de ayer fue la primera aparición pública de Kirchner tras el promocionado lanzamiento de la alianza entre el PRO y el peronismo disidente. Eso había generado cierta expectativa sobre cuál sería la reacción del santacruceño tras el surgimiento de un competidor que busca restarle votos en el electorado tradicional del PJ. Centralmente, la réplica de Kirchner consistió en asociar la figura de Duhalde con la nueva expresión del peronismo de centroderecha. “Algunos quieren ocultar hoy quiénes los acompañan. Duhalde nos abandonó en 2005 en el camino de la lucha política común”, destacó. Pero también hubo críticas para el otro bloque opositor, el que integran la Coalición Cívica, la UCR y el socialismo.

Ante el nucleamiento de Elisa Carrió, Hermes Binner y los radicales, Kirchner eligió recordar el final del gobierno de Fernando de la Rúa. “La alianza residual de los que no se quedaron para estar al frente de su pueblo y se escaparon en helicóptero dejando al pueblo con hambre y falta de trabajo”, los definió. En el acto, Kirchner estuvo acompañado por el ministro Florencio Randazzo, los diputados Carlos Kunkel y Adriana Puiggrós, el vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini y el secretario de Obras Públicas, José López. Kirchner analizó la crisis económica global, responsabilizó al Fondo Monetario Internacional por el fracaso de las políticas neoliberales y elogió los resultados obtenidos por su administración y la de esposa. “Existe una crisis internacional monumental que empezó con las hipotecas de mala calidad. La situación es de total incertidumbre mundial”, diagnosticó con crudeza.

A modo de balance del ciclo 2003-2009, Kirchner aseguró que en ese período se había alcanzado “el crecimiento más grande de la historia argentina”. Luego defendió el pase al Estado de la administración de los fondos de las AFJP: “Fue la recuperación más importante de la historia”. Enseguida planteó un debate ideológico al subrayar que el gasto público debe ser considerado inversión. “No es un gasto, sino una decisión para mejorar la calidad de vida de los argentinos”, afirmó. El mensaje tuvo un capítulo dirigido a los militantes del oficialismo con la prédica típica de cada campaña. Kirchner los convocó “a recorrer casa por casa para amalgamar el torrente de voluntades”. “Es preciso rechazar el agravio y la descalificación. La presidenta Cristina continúa trabajando por la redistribución del ingreso y la movilidad social. Está dispuesta a todo para jugar por su patria y por su pueblo. La acompañaremos con todas nuestras fuerzas”, arengó.

A nadie se le pasó por alto el tono del discurso. Era la exposición de un candidato en campaña. En el acto se comentó por lo bajo que en la intimidad Kirchner ya habría deslizado que se postulará en el primer lugar de la lista. Según pudo saber Página/12, tanto en el Gobierno como entre los intendentes del conurbano ya está circulando una lista tentativa del Frente para la Victoria que incluye los primeros cuatro lugares de la boleta. Los nombres son Kirchner, Sergio Massa, Graciela Ocaña y José “Pepe” Scioli. “Sería una lista de lujo”, se entusiasmó ante este diario un funcionario de origen bonaerense que desde hace tiempo viene batallando para que Kirchner acepte encabezar la lista de diputados.

La presencia de Massa, Ocaña y del hermano del gobernador no serían ninguna sorpresa. La consigna que impera en el kirchnerismo es contener a todos los sectores del FpV. Es decir, recuperar el espíritu frentista de la Concertación Plural. Ayer, Kirchner tuvo varios gestos en ese sentido. Elogió a Scioli, pero también le pidió que encarara un “proceso ordenador en la Policía Bonaerense”. Fue una frase punzante, sobre todo por el caso Bergara y la participación de efectivos de la Bonaerense en secuestros extorsivos. “Es preciso limpiar la policía de delincuentes para que los ciudadanos se sientan seguros”, señaló Kirchner.