Se veía venir. Bastó con que la Presidenta anunciara en la apertura de las sesiones ordinarias que el Gobierno presentaría un proyecto para modificar la Ley de Radiodifusión –la vigente fue impuesta por la dictadura militar y está inspirada en la Doctrina de la Seguridad Nacional– para que desde el Congreso se levantaran voces de alarma y rápidamente se desatara la polémica. “Si meten la Ley de Radiodifusión, Venezuela va a ser un poroto”, advirtió el senador radical Gerardo Morales. En la opinión de Morales, el Ejecutivo pretende ejercer el “control de los medios de comunicación” y el mero anuncio de la probable presentación del proyecto implica “una amenaza de la Presidenta contra los medios y los periodistas independientes”. La respuesta llegó ayer y de boca de la propia Presidenta. “Hoy leía declaraciones de un legislador que debe integrar ese movimiento que apareció y que yo llamo el de ‘me opongo a todo’, que criticaba el proyecto de una nueva ley que, por otra parte, aún no ha sido enviado al Parlamento. Pero igual se oponen”, contestó CFK.

El anuncio de la Presidenta sobre una inminente presentación del proyecto en el Congreso incorporó otra vez el tema en la agenda mediática. Tras meses de silencio en la mayoría de los medios, la iniciativa por modificar la ley de Radiodifusión vigente –la 22.285, sancionada en 1980, plena dictadura– se convirtió de nuevo en un tópico digno de la página de los diarios. Ayer, en declaraciones al diario Clarín, el senador Morales aseguró que el “modelo de poder” del kirchnerismo se basa en el “control de los medios de comunicación”. Radical al igual que Morales, la diputada Silvana Giúdice también salió a cuestionar el proyecto oficial de sancionar una nueva ley de Radiodifusión. “La Presidenta volvió a anunciar el envío del proyecto de reforma de la Ley de Radiodifusión y, aunque nada se conoce de su contenido, suele presentarse como un ariete esgrimido contra los medios de comunicación”, cargó Giúdice en una nota de opinión, que ayer también publicó Clarín.

Desde el Gobierno no tardaron en responder. Mientras los encargados de preparar el proyecto que irá al Congreso siguen puliendo los detalles, la Presidenta salió a contestar las críticas en el acto de lanzamiento de la ampliación del plan Mi PC, una iniciativa que promueve la compra de computadoras de fabricación nacional a través de créditos bancarios con apoyo de la Anses. En referencia a las críticas de Morales, aunque sin nombrarlo, CFK relacionó las declaraciones del senador jujeño con “los intereses de siempre”, que –según la mandataria– se oponen a la sanción de una Ley de Radiodifusión de la democracia. “Uno no sabe exactamente si se opone a todo lo que hace el Gobierno, o tal vez son los viejos intereses de siempre que han impedido durante tantas décadas que los argentinos podamos contar con una Ley de Radiodifusión que tenga que ver con una democratización y pluralidad de las voces en la Argentina, que nos coloque a tono con el mundo contemporáneo”, dijo la Presidenta.

En su aparición desde la quinta de Olivos, CFK se preocupó por quitar ansiedad al debate sobre el proyecto y también salió a hacer algunas aclaraciones. “Nadie va a plantear ningún proyecto ni ningún modelo que no tenga su basamento en los estándares de los grandes países que están a tono con el avance tecnológico. Hoy se requiere que dotemos a la Argentina de los instrumentos necesarios, no solamente para democratizar la información, sino para dar cuenta de este salto tecnológico que, si no lo dotamos de un marco jurídico, puede resultar contradictorio y no permitir el acceso a todos los ciudadanos, a todas las voces y todos los pensamientos”, se explayó la mandataria.

El argumento de la Presidenta coincide con una de las premisas del proyecto en el que está trabajando el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto. En el texto se pretende aprovechar los avances de la digitalización en materia de transporte de frecuencias para que las entidades sin fines de lucro y el Estado puedan prestar servicios de Radiodifusión en igualdad de condiciones con las empresas privadas que entienden a la comunicación como un negocio. “El espectro radioeléctrico debe dividirse de una manera mucho más equitativa entre los medios comerciales, los medios sin fines de lucro y los medios públicos”, dijo ayer el vicepresidente de Télam, Sergio Fernández Novoa.