Varios dirigentes kirchneristas salieron ayer a insistir con el respaldo a las llamadas candidaturas “testimoniales” y pidieron que el presidente del PJ, Néstor Kirchner, y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, encabecen las listas. Entre otros, se pronunciaron en ese sentido el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra. El ministro de Planificación, Julio De Vido, y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, apuntaron que en las próximas elecciones confrontarán dos modelos de país.

“Prefiero a los dos, sin ninguna duda”, respondió Fernández, ante la consulta de si prefería a Kirchner o a Scioli de candidato. Aclaró, de todos modos, que por ahora ambas candidaturas para las elecciones del 28 de junio son “una conjetura”.

El ministro de Justicia defendió la posible postulación de Scioli al sostener que “lo estaría haciendo en defensa de un proyecto que beneficia la propuesta que lleva adelante para la provincia”. Según Fernández, quienes no estén de acuerdo con estas candidaturas “tienen derecho a no votarlos” y quienes sí los voten será porque “comprenden el mensaje que eventuales gobernadores e intendentes quieren expresar en las listas de concejales o de diputados”.

Pereyra, que preside la Federación Argentina de Municipios, se manifestó en ese mismo sentido: “Para nosotros la fórmula a diputados nacionales por la provincia debe ser Kirchner-Scioli”. Añadió que “los intendentes estamos en forma permanente insistiendo en la necesidad de que Kirchner encabece la fórmula, porque él es la máxima expresión de este proyecto nacional”.

El intendente de Florencio Varela fue quien les dijo a Scioli y al vicegobernador Alberto Balestrini, delante del resto de los jefes comunales de la tercera sección electoral (en una reunión en la Municipalidad de Lanús, la semana pasada), que estaban dispuestos a encabezar las listas de concejales de sus distritos. Fue en respuesta a la exhortación de Scioli respecto de que en las próximas elecciones “todos tenemos que poner el cuerpo, el nombre y el apellido”.

La jugada intentaba neutralizar lo que era un secreto a voces en la provincia: que algunos intendentes estaban acordando con Francisco de Narváez para poner candidatos a concejales en su lista además de en la oficialista, a cambio de no esforzarse mucho en la campaña y proveerle fiscales en todas las mesas.

De todas maneras, al enterarse de que había intendentes que no estaban de acuerdo con encabezar las listas de concejales, el propio Kirchner envió el mensaje de que las candidaturas testimoniales no son una obligación y que cada jefe comunal debía hacer lo que creyera más conveniente en su distrito.

Aunque sin hablar de candidaturas, De Vido afirmó que “en la Argentina se discuten dos modelos: el de la redistribución de la riqueza y el de la concentración, y nosotros estamos jugados fuertemente en la distribución y en una fuerte presencia del Estado”. Ma-ssa también defendió el modelo al sostener que “se centra en generar trabajo y dinamizar el consumo interno”, así como “recuperar el poder adquisitivo del salario”.