El juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionato Márquez, está analizando, según pudo saber Página/12, “la situación sumarial” de uno de los colaboradores del diputado Francisco de Narváez, por la desaparición del teléfono del parrillero Danilo Coronel. El candidato a diputado nacional por Unión-PRO fue citado como testigo porque desde el Nextel 155-451-2227 que figura a su nombre se hicieron llamados al contrabandista y traficante Mario Segovia. En el video casero que los delegados de De Narváez entregaron al juzgado para desvincularlo del caso, su abogado Carlos Cabanes le dice a Coronel: “Bueno, fijate si podés recordar algo de eso, porque desde tu teléfono se hicieron llamadas a esa persona y necesitamos ahora responder sobre eso, para lo cual te voy a pedir el Nextel, que lo vamos a llevar ahora”. Desde ese 21 de abril se desconoce el paradero del aparato.

Hoy Faggionato Márquez tendría que definir la situación procesal de Segovia en la causa por el tráfico de efedrina. Eso no va a suceder porque antes la Cámara Federal debe resolver la recusación contra el magistrado presentada por la defensa del detenido. Mariano Cúneo Libarona irrumpió como abogado de Segovia con ese recurso y la acusación contra el juez por haber presionado al detenido con el fin de que involucre a De Narváez. Este diario reveló el domingo que el mediático abogado es también uno de los letrados del canal América, propiedad del candidato de Unión-PRO.

En el video grabado por el jefe de custodia Juan Carlos Etchebarne y por Cabanes “el encargado de hacer los asados” dijo desconocer a Benítez/Segovia, y llevado por la insistencia de sus interlocutores comentó que, a veces, podía prestar su teléfono y aclaró que “yo sé que con el señor Francisco en campaña no puedo andar tampoco boludeando con el teléfono”. En realidad, al momento de esos llamados, De Narváez ya era diputado y, en consecuencia, la campaña había terminado. A través de sus abogados, el diputado adjuntó la grabación como prueba al testimonio que dio por escrito amparándose en sus fueros. El escribano Esteban Urresti certificó el acta. A la sazón, Urresti brinda sus servicios también a la revista B1, una publicación de ultraderecha en la que vuelcan su ideología el marido de Cecilia Pando y compañía.

Tres de los cuatro llamados realizados desde el teléfono Nextel a nombre del diputado se hicieron viernes o domingos, días en los cuales el parrillero declaró que su patrón estaba en la finca de Luján donde él está conchabado desde el ’92. El detalle del registro de llamadas muestra que una se realizó el 25 de julio de 2006 (domingo), dos el 1º de septiembre de ese año (viernes) y la cuarta el 2 de noviembre del mismo año (jueves). En el juzgado aseguraron que se está investigando qué otros llamados salieron desde el Nextel del parrillero. Algunas versiones indican que dos empresarios, una estrecha colaboradora del diputado y un coleccionista de autos, apa-recerían entre los interlocutores inesperados de Danilo Coronel.

En el juzgado de Zárate-Campana señalaron que más de una docena de testigos confirmó que el teléfono al que se llamó desde el Nextel a nombre de De Narváez era el que usaba habitualmente Segovia, por entonces con la identidad falsa de Héctor Benítez, una persona que, en realidad, está presa. Colaboradores del juez, que afronta varias causas que pueden derivar en el juicio político, señalaron que si bien los llamados son del 2006, es decir previos a la investigación por el tráfico de efedrina, las causas en las que aparece Segovia son “concomitantes”: en ese año estaba siendo investigado por el contrabando de CD y DVD desde China y en el 2005 por el tráfico de sustancias usadas como precursores químicos o explosivos. “El seguimiento de llamadas permite desentrañar la madeja de delitos y en caso de conseguirse prueba se deriva al juzgado respectivo”, explican.