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Laura Kohn y Vanina Biasi empezaron a militar en el Partido Obrero cuando tenían 24 años. Una quería ser periodista, la otra abogada, pero se sienten colmadas con su compromiso partidario y no creen que sus candidaturas sean testimoniales, se imaginan legisladoras. Se basan en un dato surgido de una encuesta que da al PO el tercer lugar en intención de voto en el sector más pobre del conurbano. “Lo testimonial, lo farandulesco, lo trucho de las candidaturas va de la mano de las de llevar adelante un plan para distraer a la gente”, afirmó Biasi a Página/12.

Kohn tiene 35 años, es licenciada en Comunicación Social y trabaja como empleada en la Dirección Provincial de Estadística, donde es delegada de ATE. Está separada y tiene dos hijos. Biasi tiene la misma edad, es empleada no docente en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y delegada de su estamento ante el consejo directivo de esa universidad.

–¿En los partidos de izquierda hay machismo?

Biasi: –La práctica y metodología dentro de la izquierda es muy diversa en cada una de sus fracciones. No es lo mismo proceder de una línea stalinista que de una contraria, funcionan diferente, hay una democracia interna que en algunos casos existe y en otros no. Sin duda, los partidos de izquierda estamos atravesados cultural y socialmente por lo que es la sociedad en general. Pero nosotros contamos con un programa y una conciencia política que nos permite enfrentar de otra manera esa realidad, que atraviesa no sólo a los hombres, sino también a las mujeres, como el caso de compañeras que se ponían en un lugar inferior. El movimiento piquetero fue un gran facilitador de la liberación de la mujer. La experiencia política de las mujeres saliendo a la calle, enfrentando en sus casas a los hombres que pretendían que se quedaran ahí.

Kohn: –Bajo este régimen sufrimos una doble presión, como mujeres y como trabajadoras. En un proceso revolucionario tendremos que ser vanguardia las mujeres, como ocurrió con el movimiento piquetero cuando pasamos a la primera fila de la lucha. Por esa concepción marxista que tenemos de la concepción de la mujer se toman decisiones colectivas que, por ejemplo, contemplan la dificultad de las compañeras que tenemos hijos.

–¿Las candidaturas de ustedes son testimoniales?

Biasi: –Le prometemos a nuestro electorado que vamos a asumir (se ríe). Para nosotros son candidaturas truchas las que llaman testimoniales, una truchada atómica. Lo interesante es ver la necesidad que tienen de armar esto. La misma volatilidad que los llevó a hacer esto es la que puede hacer que las nuestras no lo sean tanto. Las candidaturas truchas y el regreso de la farándula nacen por el mismo motivo que el adelantamiento de las elecciones, forzados por la crisis internacional, tienen que meter tarifazos, despidos, acuerdos con los organismos de crédito.

–Kohn, si es electa, ¿cuáles serían sus cinco asuntos prioritarios?

–En las últimas encuestas en provincia, Néstor Pitrola, que es candidato a diputado nacional, tiene un porcentaje que le da tercero o cuarto entre los sectores más pobres. Como no somos testimoniales tenemos un plan. La política del gobierno de Scioli fue robar a la caja de jubilados 1600 millones, por decreto. La primera medida sería poner esa caja bajo control de los jubilados y del conjunto de los trabajadores activos, con el 82 por ciento móvil y un salario igual a la canasta familiar. Tenemos una salida contra la crisis, que es que se repartan las horas de trabajo sin afectar el salario. Charlamos con los obreros en las fábricas que con las vacas gordas la patronal no triplicó los sueldos, pero sí triplicaron las ganancias. Ahora que las vacas son flacas quieren que paguemos nosotros.

–Es la misma consigna que tienen otros partidos trotskistas. ¿Por qué no integran el Frente de Izquierda con el PTS, el MAS e IS?

Biasi: –Hay una rama de la izquierda que tiene una compulsión hacia el fraccionamiento, el morenismo. Hicimos una propuesta frentista en la que no hicimos prevalecer nuestra supremacía dentro de la realidad de votos que tiene la izquierda, ni como organización nacional, que es indiscutible. Hay un falso criterio de la unidad de la izquierda, quienes batieron el parche con eso fueron los primeros que decidieron ir solos. Quienes se abrazaron con los chacareros y terratenientes no encontraron un aliado electoral. Han elegido un camino que la izquierda pagará duro.

–Pero con los partidos del Frente no tenían esas diferencias.

Biasi: –Es cierto, compartimos bancada con Izquierda Socialista en Córdoba. Desde que volvió la democracia siempre discutimos frentes, antes con el PC y el MAS, luego con la diáspora del MAS. Fuimos terceros en el ’85, segundos cuando Zamora fue candidato. La mezquindad es a la inversa, nosotros quintuplicamos los votos de cada una de estas corrientes y proponíamos compartir la bancada de la Legislatura con tres organizaciones. No vieron un resultado electoral concreto con un cargo en la Legislatura, y como no sacaron esa cuenta prefirieron no ir con nosotros. Pero en este país los frentes de izquierda no venden.