Viernes, 5 de junio de 2009 | Hoy
EL PAíS › “LOS QUE HABLARON DE BOROCOTO AHORA NO DICEN NADA DE COBOS HACIENDO LISTAS OPOSITORAS”
En un acto de campaña, el ex presidente fustigó al vice “porque se dedica a armar listas opositoras”. Kirchner también criticó al ex ministro Domingo Cavallo, cuya mención provocó una rechifla generalizada entre los obreros.
El ex presidente y candidato a diputado nacional Néstor Kirchner venía señalando en sus últimas apariciones públicas que, a diferencia de Cristina, él tuvo la suerte de tener un vicepresidente, con lo cual cumplía el doble objetivo de ensalzar a Daniel Scioli y fustigar a Julio Cobos. Pero ayer, en un acto ante dirigentes y trabajadores de la UOM, hiló más fino en su crítica a Cobos. Dijo que “se dedica a armar listas opositoras” y que el periodismo que en su momento criticó a Eduardo Lorenzo “Borocotó”, “ahora no dice nada de esta situación”. Kirchner también pidió “tener memoria, porque volver hacia atrás sería absolutamente terrible”, y en un momento de distención pasó a saludar a los jugadores del club de sus amores, Racing, que estaban entrenándose cerca del lugar donde aterrizó el helicóptero que lo llevó a Avellaneda.
“Nosotros en el 2003 pudimos hacer muchas cosas porque, además, yo tuve la suerte que Cristina no tiene, que es tener un vicepresidente. Cristina no tiene esa suerte porque su vicepresidente se dedica a armar listas opositoras. ¿Y ahora qué dice cierta prensa que se la agarró en su momento con el pobre Borocotó? Ahora esa prensa no dice nada de esta situación”, sostuvo Kirchner al referirse a Cobos, quien participa activa y personalmente en la campaña electoral, especialmente en su provincia, Mendoza, pese a que había anunciado que no lo haría porque su rol institucional se lo impedía.
El candidato dedicó una parte de su discurso a cuestionar al grupo Techint, que tiene varias empresas en las que trabajan afiliados a la UOM (ver aparte), algunas de ellas con conflictos sindicales por diferencias salariales.
Kirchner también se despachó contra las principales fuerzas de la oposición, a las que asoció al modelo liberal de los menemistas años ‘90 o al gobierno de Fernando de la Rúa, que debió terminar su mandato anticipadamente.
En ese sentido, sostuvo que “hay que tener memoria, mucha memoria, para no volver hacia atrás, porque volver hacia atrás sería absolutamente terrible”. Y alertó que “algunos quieren traer viejas recetas, las mismas que utilizaron en la década de los ‘90”.
“Nadie mejor que ustedes, los trabajadores, saben lo que sufrimos en los ‘90, cuando muchos de nuestros circunstanciales adversarios de hoy estaban en la fiesta de los ‘90, donde los primeros que pagaban la crisis eran los trabajadores. Eso no va más en esta Argentina”, exclamó.
El ex presidente dijo también que esos sectores “son insaciables, siempre quieren ganar más y más y no les gusta distribuir”. Inmediatamente recordó la teoría del derrame abonada por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo. Y la sola mención de ese nombre provocó una fuerte rechifla, ante lo cual Kirchner arengó “¡Más fuerte!”. Después continuó: “Cavallo hablaba del tema del vasito que cuando se llenara se iba a distribuir, pero si el Estado no está cuando el vaso se llena, se lo toman para no distribuir”.
Pero si sus críticas al menemismo apuntaban a la alianza entre Mauricio Macri, Francisco de Narváez y Felipe Solá, también le dedicó un espacio al Acuerdo Cívico y Social encabezado por el radicalismo y la Coalición Cívica. “Hay que recordar la alianza residual que había venido a salvar la Argentina y que se fueron volando y nos dejaron con un país en llamas que tuvimos que recuperar con el esfuerzo de todos los argentinos”, señaló.
Después reiteró que asumirá su banca como diputado, al sostener que va “a defender con todas mis fuerzas desde la Cámara de Diputados este modelo que iniciamos en el 2003 y que continúa hoy la presidenta Cristina”.
“Cualquier lugar de lucha me honra fuertemente. Traté de hace lo mejor en la Presidencia, y si ahora tengo que ir a pelear en la Cámara de Diputados por estas ideas, por este modelo, para mí es un gran honor”, dijo. Además recordó que en un día como ayer, “hace 66 años, el 4 de junio 1943, aparecía Juan Domingo Perón en la escena nacional” y que “hoy estamos junto a un gremio, los metalúrgicos, que son la columna vertebral de este movimiento”.
En el acto realizado en el microestadio de Racing lo acompañaron Scioli y los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Interior, Florencio Randazzo, y el secretario general de la UOM, Antonio Caló. Como estaba en un lugar al que fue muchas veces como un simple hincha de Racing, al enterarse de que los futbolistas de su equipo estaban entrenando en el estadio, fue hasta allí a saludarlos. Al entrar al Cilindro de Avellaneda, Kirchner se persignó, bromeando con la idea de que estaba ingresando a un lugar sagrado, lo que provocó la carcajada de los jugadores. Después los saludó uno por uno y se mostró especialmente afectuoso con el arquero Gustavo Campagnuolo, uno de los pocos que quedan del equipo campeón de 2001.
Entre bromas, les rogó que “le ganen a Boca para poder zafar definitivamente” de la posibilidad de descender a la segunda división. “Si le ganan a Boca les prometo dos televisores de 42 pulgadas”, le dijo a los jugadores y, enseguida, dirigiéndose al entrenador Ricardo Caruso Lombardi y le aclaró: “Mirá que no son para vos, sino para los muchachos”.
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