Desde diferentes sectores de la oposición criticaron el mensaje que dio el lunes la presidenta Cristina Fernández y exigieron al Gobierno que instrumente cambios políticos en respuesta a la derrota electoral. La referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, advirtió que “el abismo se está ahondando” entre gobernantes y gobernados y vaticinó “enormes problemas de gobernabilidad”; mientras que el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, exigió a la Presidenta “hacerse cargo del plebiscito”. Por parte del oficialismo, el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, aseguró que la gobernabilidad “nunca va a verse afectada”.

“Si esta señora no reacciona en una semana más, va a tener enormes problemas de gobernabilidad. Tiene que darle una explicación al pueblo. Tiene que decir cómo va a reconstruir la confianza; y si esto no sucede, el Gobierno tiene problemas gravísimos”, advirtió, con tono amenazante, la diputada Carrió.

“¿Qué pasa? ¿No quieren cambiar nada?”, se mostraba sorprendido el titular de la FAA, Eduardo Buzzi, quien evaluó que “no asumieron que hay un mensaje de la sociedad argentina que les está indicando que hay que modificar conductas y actitudes”. “El 70 por ciento de la población está contra la forma de gestión de la política”, explicó Buzzi. “Ahí lo tenés a Cobos, exitoso; y a Cristina y a Néstor, que salen claramente derrotados. Luego de poner toda una gestión en plebiscito, cuando debió ser una elección parlamentaria, ahora hay que hacerse cargo”, chicaneó el ruralista.

En coincidencia, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (Carbap) expresó su “preocupación” por la “manifiesta imposibilidad del gobierno nacional de hacer una lectura apropiada del contundente resultado electoral”. “Negar la realidad del mensaje de la ciudadanía implica no tener la voluntad de llevar adelante las correcciones que la mayoría le está exigiendo al gobierno nacional”, sostuvo la entidad en un comunicado.

El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró, en cambio, que la gobernabilidad “nunca va a verse afectada porque los argentinos elegimos en 1983 el proceso democrático como forma de vivir”. El funcionario sostuvo que el Gobierno “tenía mayoría en la Cámara de Diputados y ahora tiene un poco menos”, por lo que “habrá que trabajar con los consensos, desarrollando tareas, construyendo y apelando a que todo el mundo se ponga las pilas”.

“No es la muerte de nadie, no hay un apocalipsis, es uno de los tantos gestos que la democracia permite; a veces se puede ganar y otras, perder”, concedió Fernández, quien consignó que, en adelante, hay que ver “cómo fortalecer las cosas positivas y corregir las menos positivas”.

Por su parte, el senador electo por Santa Fe, Rubén Giustiniani, le reprochó a la Presidenta que “todavía no entendió el mensaje de las urnas”, aunque hizo un llamado general a “aportar a la gobernabilidad”. “Lo que tiene que entender el Gobierno es que la gobernabilidad la da el consenso de los ciudadanos, no la rígida disciplina de tener una mayoría levantamanos en el Congreso”, argumentó el socialista.

Uno que reapareció luego de un prolongado ostracismo fue Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía –luego adversario, luego aliado y por último nuevamente adversario del gobierno K– calificó como “una derrota importante” el resultado de los comicios para el oficialismo, que refleja “disconformidad con la manera de gobernar, muy alejada de la búsqueda del diálogo y los consensos, con choques permanentes”.

También el gobernador justicialista de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, acusó al kirchnerismo de haber “usurpado” el Partido Justicialista. Según el puntano, Néstor Kirchner “entró al PJ por la ventana y se fue por la ventana”. “La situación sigue siendo irregular, porque a Scioli lo puso Kirchner. El PJ no tiene autoridades legitimadas”, apuntó a través de un comunicado de prensa el gobernador, que busca recuperar preeminencia en una interna partidaria en la que está muy desplazado del centro.