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“El corazón de una ley de medios está en cómo arma a la autoridad de aplicación, cómo será el órgano que controlará a las empresas periodísticas. En este caso, dependerá demasiado del Gobierno, que va a nombrar a una mayoría oficialista”, sostuvo María Eugenia Estenssoro al criticar el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La senadora de la Coalición Cívica aseguró que su fuerza, sin embargo, “está dispuesta a debatir y acompañar el proyecto si se hacen cambios”. Periodista durante quince años antes de dedicarse a la política, Estenssoro admitió que el ingreso del proyecto al Congreso era algo que no esperaba: “Pensé que este tema no se iba a discutir nunca”.

–¿Coincide con el Gobierno en que los medios están concentrados en pocas manos?

–Me parece que en la Argentina hay una gran diversidad de medios, pero existen algunos grupos que tienen una superposición de distintos medios, con mucha concentración en distritos geográficos. Pasa en las provincias, como en Santa Cruz, donde todos los medios tienen una dependencia de los Kirchner. Y a nivel nacional, si se legisla una limitación, hay medios que se van a tener que desconcentrar. Pero ojo, porque el proyecto oficialista permite entrar en el negocio a las empresas de servicios públicos. Esto es preocupante, las empresas de servicios públicos no pueden ser propietarias de medios comunicación porque van a usar a sus medios periodísticos para presionar: “Yo no difundo tal tema, pero me aumentás la tarifa”.

–¿Lo dice por las telefónicas que manejan canales de TV?

–El tema de las telefónicas necesita de una discusión profunda y honesta, porque en ningún lado del mundo está definido. Yo primero sacaría a los otros servicios... qué hacer con las telefónicas lo tiene que decir el Congreso. Pero si se les permite entrar, tendrán que estar regulados, porque el negocio de las telecomunicaciones es un mercado enorme, que factura muchísimo, y se devora a los otros medios.

–¿Cuál es su modelo de ley?

–El modelo francés me gusta, tienen un organismo regulador de nueve miembros, con un proceso de designación, así como de incompatilibidad de sus miembros. También es interesante en Chile cómo funciona la comisión nacional de televisión. De todas formas podemos tener la mejor ley, pero no se va a cumplir si el órgano de aplicación responde al Gobierno.

–¿Está de acuerdo con que el Gobierno haya enviado el proyecto al Congreso?

–Soy vocal de la comisión de libertad de expresión y de medios, que elegí integrar. Cuando asumí pensé que este tema no se iba a discutir nunca. Quiero decir que yo tengo un compromiso, me formé como periodista, trabajé en medios durante 15 años. Desde ese lugar, me preocupa que la libertad de expresión no sea libertad de extorsión, porque este gobierno ha sido el que más ha denigrado el rol de la prensa. Impidió que los ministros hablaran sin pedir permiso, destruyó el Indec, por lo que no podemos tener cifras creíbles. Creo que la prensa es fundamental, y lo que me preocupa es que los periodistas no queden atrapados entre gobiernos que siempre quieren acallar las críticas y empresas multimedios que siempre tienen otros negocios. Por eso discutir la ley es importante, aunque el momento sea el menos adecuado. No hay que sacar la ley con forceps, la podemos empezar a debatir junto con los otros 13 proyectos que hay en el Congreso sobre el tema. Estamos dispuestos a acompañar con un dictamen de consenso si se habilita esa discusión. Si el Gobierno permite modificaciones que nos ayuden a sacar una buena ley, va a haber consenso para votarla.