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”El Presidente y su entorno adoptaron la decisión política de impedir que la Plaza de Mayo se llene”, aseguró ayer Luis Zamora, quien aportó así un dato clave a la causa que investiga la responsabilidad por la represión de diciembre en la Plaza de Mayo: el diputado aseguró que fue el entonces viceministro del Interior, Lautaro García Batallán, quien le brindó esa información. Sin embargo, ante una consulta de Página/12, el ex funcionario desmintió la afirmación del legislador.
La noche del 19, Zamora y Marcela Bordenave se encontraban en la Plaza, junto a las vallas y afirman que nadie intentó cruzarlas. Cuando comenzó la represión, los legisladores increparon a los policías y luego gestionaron una reunión con las autoridades. En su declaración de ayer como testigo, Zamora contó la reunión que mantuvieron con Bordenave y Alberto Roselli con García Batallán el 20 de diciembre en la Casa Rosada. Según Zamora, el viceministro dijo que “esa mañana hubo una reunión en Olivos, del Presidente y su entorno, donde se adoptó la decisión política de impedir que la plaza se llene, utilizando los mecanismos que fueren necesarios. Que la Plaza de Mayo no se tenía que llenar. Que él había estado en desacuerdo con esa decisión, que entendía que había que dar una batalla política con la población, pero perdió. Que la decisión política adoptada fue que se necesitaban horas para negociar con el Justicialismo y que era imprescindible que no se llenara la plaza”.
En esa conversación, dijo Zamora, el ex funcionario había asegurado que “el responsable de estar instrumentando la orden era (el entonces secretario de Seguridad, Enrique) Mathov” y les contó que “en ese momento él estaba reunido con (el ex ministro del Interior Ramón) Mestre, que estaba renunciando, y con el ex jefe de policía, Rubén Santos”
El diputado también declaró que el funcionario le había comentado los motivos de la decisión: según Zamora, García Batallán dijo que “si se llenaba la plaza se tenían que ir del Gobierno, que por eso se adoptó la decisión de impedirlo y que por eso estaban reprimiendo, no por los manifestantes sino por la necesidad de ganar tiempo” y que “lo que querían hacer era mostrar por los medios la represión” para que no se sumara más gente a la protesta.
Ante una consulta de este diario, García Batallán desmintió “enfáticamente la existencia de ninguna reunión que por esos días se haya realizado para tratar este tema” y añadió que la última semana del Gobierno no tuvo ningún contacto, “ni personal ni telefónico con De la Rúa, de modo que mal podría saber qué decisiones se podrían haber adoptado”.
Según la versión del ex funcionario, “en dicha conversación se analizó con los legisladores el alcance del estado de sitio”. García Batallán dijo simplemente que su área –la Secretaría de Asuntos Políticos– estaba desvinculada de la responsabilidad por la seguridad, que estaba a cargo de la secretaría que manejaba Mathov. “La información que le suministré era la que el sentido común indicaba en ese momento, que era que el Gobierno seguía en manos del Presidente”, señaló García Batallán.
En todo caso, la denuncia de Zamora no es aislada. Ayer también declaró Bordenave, que ratificó las palabras del legislador de Autodeterminación y Libertad. Quince días atrás, el comisario mayor Norberto Gaudiero, el que condujo la represión, ofreció datos coincidentes: en su declaración indagatoria ante Servini de Cubría, aseguró que el mismo día (el 20 de diciembre), por la mañana, el entonces jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, recibió la orden de “limpiar la plaza”.
La información aportada por los diputados puede ser importante para la causa, que de a poco va avanzando en la búsqueda de la responsabilidad por los siete muertos en la Plaza de Mayo. Los fiscales Patricio Evers y Luis Comparatore piensan pedir la detención de Santos el martes que viene, luego de que el ex jefe de la Federal declare ante la jueza. Fuentes del juzgado dijeron anoche que García Batallán también será citado a declarar.