La flamante comisión interna de Kraft Foods y el Ministerio de Trabajo que conduce Carlos Tomada comenzaron una nueva ronda de reuniones en las que los representantes gremiales aspiran a lograr la reincorporación de los 53 operarios que siguen despedidos de la fábrica de galletitas. Tras la movilización que hicieron el jueves a la puerta de la cartera laboral, ayer fueron recibidos por el jefe de Gabinete del ministerio Norberto Ciaravino y le plantearon que en la empresa se siguen produciendo despidos. Se llevaron el compromiso de un nuevo encuentro el miércoles próximo, al que también serían convocados los empresarios.

Mientras se apresta a viajar a Neuquén, donde participará junto a otros miembros de la interna en un nuevo Plenario de Trabajadores Clasistas en Zanon, Javier “Poke” Hermosilla explicó a Página/12 que de los 53 trabajadores despedidos, cuyos casos la empresa y el ministerio se habían comprometido a revisar en forma individual, “sólo llamaron a ocho, y a cuatro de ellos les ofrecieron indemnizaciones en lugar de sus puestos”. El lunes, la comisión interna que encabeza Hermosilla tuvo su primera reunión con la empresa y en esa oportunidad le expresaron que no pensaban reincorporar a nadie más. El jueves, siete operarios, de los 53 excluidos, que estaban en condición de suspendidos, recibieron sus telegramas de despido. “Esto demuestra que la empresa no cumple con el compromiso que asumió ante las autoridades el 25 de septiembre de no seguir echando gente, el mismo día del violento operativo en que nos desalojaron de la planta”, apuntó Hermosilla.

Ayer le plantearon a Ciaravino esta situación, y el abogado Edgardo Moyano, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, presentó una nota pidiendo “una instancia de negociación colectiva”. Es que la nueva comisión interna no reconoce el acta acuerdo del 16 de octubre, que Hermosilla se había negado a firmar, en la cual la suerte de los 53 despedidos restantes iba a ser analizada “caso por caso” por el Ministerio de Trabajo provincial.