La aprobación de la reforma política en la provincia de Buenos Aires volvió a poner sobre la escena el delicado equilibrio que hoy reina en el peronismo bonaerense. La sanción, el lunes a la noche, de la ley que establece el sistema de internas obligatorias y simultáneas y que además habilita el método de las candidaturas testimoniales tuvo un alto impacto en el PJ del distrito más grande del país. El proyecto aprobado dispone que las internas abiertas en la provincia se realicen en simultáneo con las primarias a nivel nacional. Incluso ya se decidió que la convocatoria unificada a las urnas se concretará el domingo 12 de agosto de 2011. La aprobación en el Senado fue posible por los votos positivos del FPV y la UCR, mientras que el peronismo disidente, a pesar de las críticas del empresario Francisco de Narváez, repartió su posición: el senador Antonio Nieto votó a favor, Julio Salemme en contra. Pero el texto sancionado el lunes a la noche difiere sustancialmente del texto original.

Redactado en buena medida por el vice del Senado Federico Scarabino, el subsecretario de Reforma Política Isidoro Laso y el apoderado del PJ provincial Ulises Giménez, el proyecto habilitaba el desdoblamiento de las internas bonaerenses con respecto a las nacionales. Además de Scarabino, Laso y Giménez, en la elaboración de la reforma participaron el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, el diputado nacional José María Díaz Bancalari, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y los consejeros del PJ de La Plata Juan Amondarain y Carlos Cottini. La modificación de ese punto alimentó versiones sobre el estado de la relación entre el vicegobernador Alberto Balestrini –Scarabino y Giménez son muy cercanos a él– y el diputado Néstor Kirchner. Y las suspicacias no terminan allí. Ahora se está hablando de una inminente convocatoria al congreso del PJ bonaerense, cuyo presidente es Balestrini, para el sábado 19 de diciembre.

Según uno de los participantes de aquellos encuentros, en la discusión inicial se había acordado que la norma dejaría abierta la posibilidad de que el gobernador decidiera si la interna bonaerense se realizaría el mismo día u otro distinto que la primaria nacional. “Eso no quería decir que la interna se fuera a realizar otro día, sólo abría la posibilidad. Era una forma de empoderamiento que le podía servir a Scioli”, dijo a Página/12 un miembro del equipo que redactó la primera versión de la reforma. Finalmente, el texto fue modificado por sugerencia del ministro del Interior, Florencio Randazzo. Los cambios no cayeron demasiado bien entre los autores del proyecto original. El próximo capítulo podría tener lugar dentro de dos semanas, si llega a convocarse el congreso partidario del peronismo bonaerense. “Ahí se puede armar un quilombo bárbaro”, advirtió uno de los dirigentes del PJ nombrados en esta nota.