EL PAíS › EL GOBIERNO DECIDIO SEGUIR CON SU POLITICA DE NO PAGO A ORGANISMOS
El Banco Mundial no va a cobrar
Frente a presiones para reanudar los pagos a los organismos, Lavagna, ahora acompañado por el flamante presidente del BCRA, Alfonso Prat Gay, reafirmó que no cubrirá el segundo vencimiento de una cuota impaga de un crédito con el Banco Mundial. Mitos y verdades de las consecuencias
del no pago.
Por David Cufré
Pese a las diversas presiones, el Gobierno decidió mantener su postura de no pagarle al Banco Mundial. De todos modos, el organismo esperará hasta última hora de hoy para comenzar a aplicar las penalidades por el incumplimiento. Si a las 18.00 no recibió los 750,8 millones de dólares que debería girarle el Estado argentino, dispondrá la suspensión inmediata de los desembolsos previstos por 29 proyectos activos. En total, la asistencia pendiente de ejecución suma 1200 millones. Allí figuran desde 5 millones para el desarrollo de los pueblos indígenas hasta 330 millones para la reforma del estado santafesino o 303 millones para la cuarta etapa de reforma del estado cordobés. “Hemos llegado a esta instancia por falta de acuerdo con el FMI”, apuntó el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, atribuyendo a ese organismo internacional la máxima responsabilidad por la falta de entendimiento.
A medida que se acercaba la fecha en que el Gobierno debía ratificar o rectificar su decisión de hace un mes, cuando extendió la cesación de pagos a un organismo multilateral, en ámbitos financieros fue creciendo la duda respecto a cómo actuarían Duhalde y Lavagna. El lento pero constante aumento de las reservas del Banco Central, que ayer superaron los 10.200 millones de dólares, llevaron a algunos en la city a especular con que el Gobierno pagaría. La intención sería emitir una fuerte señal hacia Washington de que Argentina quería acercar posiciones. Sin embargo, quienes arriesgaban opiniones de ese tipo deberán reconocer su error.
“La decisión se tomó hace un mes. Los motivos que llevaron a adoptarla permanecen, por lo cual no hay razones para cambiar”, manifestó anoche a Página/12 el portavoz del Ministerio de Economía, Armando Torres. La causa del impago es la falta de acuerdo con el FMI y la necesidad de cuidar las reservas. El funcionario confirmó que tampoco se pagarán los 250 millones de dólares que deberían girarse el próximo lunes. El Banco Mundial pagó ese dinero a inversores internacionales que tienen en su poder un bono emitido por el Estado argentino. El título público contaba con una garantía del organismo, que se hizo efectiva hace 60 días. La consecuencia de este otro incumplimiento es que el próximo vencimiento del bono quedará sin garantía, por lo que sus tenedores podrán accionar judicialmente. En rigor, como Argentina está en default desde principios de año, el mayor perjuicio inmediato será para los inversores y para el Banco Mundial.
Si bien el Gobierno ya extendió la cesación de pagos a esa entidad, la declaración formal de default, con todas sus penalidades, se produce al cabo de seis meses del primer vencimiento impago. Lo que ocurre hoy es que se cumple el primer mes de ese momento. La primera acción que dispuso el BM fue suspender la aprobación de nuevos créditos. La segunda, que entrará a regir después de las seis de la tarde, será la suspensión de desembolsos ya aprobados.
Lavagna está plantado en su estrategia de negociación con el FMI y Duhalde lo respalda. El ministro se cansó de jugar al “pagar para ver” que propuso el organismo desde febrero y amenazó con poner un límite. Lo que pocos imaginaban era que lo cumpliría. Treinta días después sigue parado sobre la misma raya, con el dólar estable, las reservas en alza y la opinión pública compartiendo mayoritariamente su decisión. En círculos políticos, empresarios e incluso entre los economistas del establishment también es superior la cantidad de apoyos que la de cuestionamientos. La pregunta que recorre estos últimos ambientes es qué poder político resolverá la cuestión. A la larga todos suponen que el FMI firmará un acuerdo, pero les cuesta imaginar con quién y de qué modo. Y a muchos les asusta la comprobación de que la economía sigue su curso de lenta estabilización sin acuerdo con el FMI.
El mes próximo vencen 1065 millones con ese organismo, que el Gobierno está anticipando que no pagará. Su política seguiría siendo la de cubrir sólo los intereses, como hizo el mes pasado con el Banco Mundial. “Para tomar una decisión, hay que tener en cuenta datos como los siguientes: desde este vencimiento de poco más de 700 millones, hasta fines de 2003, Argentina debería pagar, sólo al Banco Mundial, alrededor de 3600 millones de dólares, en concepto de capital e intereses, y los desembolsos de ese organismo al país en préstamos ya concedidos, serían por algo así de 2071 millones”, indicó Atanasof. En el Banco Mundial dijeron a Página/12 que los desembolsos previstos ascienden a 1200 millones. Pero el punto del jefe de Gabinete era que “si Argentina decidiera pagar todos sus vencimientos con todos los organismos, de aquí a mayo, sin lograr el acuerdo con el FMI, agotaría absolutamente todas las reservas y, por supuesto, nuestro Gobierno no está dispuesto a hacerlo”.
Para despejar temores, el ministro de Salud, Ginés González García, aseguró que hay un Plan B para cubrir los programas sociales con recursos propios. Los fondos que no vendrán del BM saldrán del presupuesto. En ese caso, es probable que el Gobierno deje de pagar hasta los intereses de la deuda con los organismos para disponer de fondos con qué atender programas indispensables en la aguda crisis social.