Viernes, 19 de marzo de 2010 | Hoy
EL PAíS › PIDEN LA LIBERTAD DE DETENIDOS
Las Damas de Blanco, grupo formado por madres y esposas de opositores cubanos presos, marcharon nuevamente ayer (foto) y por cuarto día consecutivo por las calles de La Habana. La marcha se hizo para conmemorar el séptimo aniversario del arresto de 75 de sus familiares y pedir la liberación de 53 de ellos que aún están presos. La treintena de mujeres fue escoltada por las fuerzas de seguridad del gobierno de Raúl Castro, al tiempo que centenares de simpatizantes del gobierno comunista abuchearon la procesión y hostigaron a las mujeres con insultos.
Esta vez no hubo ni golpes ni violencia. La manifestación de las Damas de Blanco comenzó temprano por la mañana, al congregarse en la iglesia de la Merced, ubicada en el casco histórico de la isla. Desde allí, las mujeres marcharon con gladiolos en la mano cumpliendo el recorrido de cuatro kilómetros por las principales calles de la isla, rodeadas por un cordón de seguridad para evitar cualquier tipo de enfrentamiento con los más de 300 contramanifestantes partidarios del gobierno de Raúl Castro, que criticaron el reclamo de las mujeres.
“Hoy se cumplen siete años del encarcelamiento de nuestros familiares. No vamos a dar marcha atrás suceda lo que suceda”, aseguró la líder del grupo Laura Pollán, esposa del disidente Héctor Maseda, condenado a 25 años de prisión en 2003. Como en los días anteriores, junto a ella marchó la madre del preso Orlando Zapta, Reyna Luisa Tamayo, que murió el 23 de febrero después de 85 días de huelga de hambre.
Agentes de seguridad vestidos de civil, a los que se sumaron posteriormente decenas de policías uniformados, acompañaron a las mujeres en un intento de saldar las complicaciones que se dieron en las marchas de los últimos tres días. El miércoles, varios policías uniformados impidieron la manifestación de las Damas de Blanco debido al fuerte repudio de centenares de partidarios del gobierno. Temiendo enfrentamientos entre ambos bandos, el grupo de 30 mujeres fue trasladado en autobuses hasta la casa de la líder Pollán. Pero la resistencia de las mujeres frente a la policía provocó que algunas de ellas resultaran levemente heridas producto de los forcejeos.
Cientos de contramanifestantes se agolparon en la jornada de ayer contra la protección que separaba a la procesión de blanco. “¡Esta calle es de Fidel!”, gritaban seguidores del gobierno de Castro ante la mirada incrédula de varios transeúntes y curiosos que recorrían La Habana Vieja. “¡Abajo las mercenarias! ¡Que se vayan del país!”, rezaban los cánticos de los muchos que repudiaron la marcha.
“Son unas descaradas. Ellas son pacíficas, ¿y nosotras qué somos, víboras? ¡Aguante la Revolución Cubana!”,afirmó una joven que se unió a la contramarcha. “Tendrían que protestar por los niños que mueren en el hospital de cáncer porque el bloqueo yanki que no nos deja comprar medicinas”, agregó un anciano que se encontraba entre la multitud.
Las Damas de Blanco anunciaron que continuarán con sus marchas durante toda la semana en conmemoración de un nuevo aniversario de la detención de 75 de sus familiares, condenados a cumplir hasta 28 años de prisión bajo la acusación de ser mercenarios a sueldo del gobierno de los Estados Unidos en el año 2003.
Mientras tanto, en la ciudad de Santa Clara, ubicada 270 kilómetros al este de la capital, el disidente Guillermo Fariñas cumplió 23 días de huelga de hambre en protesta por la muerte del opositor Zapata y exigiendo además que se ponga inmediatamente en libertad a una veintena de presos de la disidencia.
Fariñas, un psicólogo de 48 años participante en la red de los llamados “periodistas independientes”, está hospitalizado desde hace una semana y su estado, según ha trascendido en las últimas horas, es “grave” pero “estable”. El disidente recibe alimentación artificial, pero se niega a ingerir alimentos y a tomar líquidos, motivo por el cual tuvo que ser hospitalizado ya varias veces.
Según informes presentados por organizaciones de derechos humanos, en Cuba hay unos 200 presos políticos. Sin embargo, el gobierno de Castro insiste en que cada uno de los presos en su país han sido juzgados y condenados en base a leyes vigentes.
Entre tanto, una carta firmada por intelectuales internacionales fue emitida anteayer en defensa de la dirigencia castrista. “En la historia de la revolución jamás se ha torturado a un prisionero. No ha habido una sola ejecución extrajudicial. Hemos fundado una democracia propia, imperfecta, sí, pero mucho más participativa y legítima que la que nos pretenden imponer”, rezó el documento.
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