La Presidenta anunció ayer el pase a planta permanente de los trabajadores del Estado contratados, que a partir de ahora se beneficiarán con convenios laborales similares a los del sector privado, y contrapuso la medida al presente de Europa, con los planes de ajuste derivados de la crisis económica. Cristina Fernández dijo sentirse “muy orgullosa” de tomar una medida que beneficia a 170 mil empleados estatales “justo cuando se han derrumbado todas las teorías en nombre de las cuales nos vienen criticando desde afuera y desde adentro”. Consideró a la Argentina “como una contrafigura de lo que está sucediendo (en Europa), porque estamos asegurándoles sus derechos a todos los trabajadores”. Antes, CFK había destacado la importancia de vivir en una democracia en la que “se puede militar desde los partidos que dicen que hay que volver al Fondo Monetario hasta esa izquierda terrible que quiere hacer la revolución y que dice que somos burgueses y que estamos comprometidos con el capitalismo”.

Fernández de Kirchner habló en el Teatro Coliseo, acompañada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y el titular de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, además de trabajadores de distintas dependencias del Estado. “No hay trabajadores de primera ni de segunda, ni en el Estado ni en ninguna parte: hay trabajadores de una sola clase, los trabajadores con derechos y permanencia en sus puestos”, afirmó.

Luego de informar que los trabajadores contratados serán incluidos en la planta permanente por concurso, advirtió que la Universidad de Buenos Aires actuará como contralor de los concursos por los cuales los transitorios pasarán a revestir en el nuevo escalafón y remarcó que “no se está agrandando el Estado, que no titulen así mañana: esos trabajadores ya estaban, cobraban su sueldo”, advirtió. “Estamos dando algo más que estabilidad y dignidad, estamos reafirmando la necesidad de la presencia del Estado como instrumento insustituible en los países y en las economías”, enfatizó.

“Este Estado ha construido desde 2003 un proyecto de país absolutamente diferente, poniendo al mercado controles y regulaciones”, dijo, y agregó que “este es un Estado que ha ayudado mucho al mercado y que no hizo lo que hicieron con él. Al contrario, el año pasado, cuando el mundo se caía, estuvo presente el Estado en todos los frentes”. En ese sentido, mencionó los planes Repro, las tasas subsidiadas y los préstamos de la Anses. “Fuimos después de China, según la ONU, el país que más esfuerzo fiscal puso para hacer frente a la crisis, y esto permitió que no se vieran los desastres que se vieron y se ven en otras partes”, celebró.

La Presidenta remarcó la “solidez del mercado interno”, las negociaciones colectivas de trabajo y el “mejoramiento del poder adquisitivo que nos pone al frente de América latina con el mejor salario mínimo, vital y móvil”. También enumeró la Asignación Universal por Hijo, que “nos pone como el país más igualitario de América latina”. “Por eso tenemos que ser claros y reafirmar este proyecto que no es de un partido, es un proyecto que representa los intereses de todos los argentinos, aun de aquellos que no lo entienden”, sostuvo. “Está claro, el proyecto del neoliberalismo es de exclusión y el nuestro es de inclusión”, afirmó.

“Es muy importante la comprensión de cómo ha funcionado este modelo, que nos ha permitido sobrellevar la crisis más importante desde el año 1929, crisis que parece no haber terminado”, avisó. Al volver a referirse a la situación europea, Fernández indicó: “No me cierra que para mejorar haya que despedir gente. No es ideología, es sentido común. Tampoco me cierra lo que se propone en Europa, que se achique el producto bruto y se contraiga más deuda”.

Por último, convocó “a todos los trabajadores a redoblar el esfuerzo en sus puestos de trabajo, en la defensa del Estado, que les pertenece a todos los argentinos”, y concluyó: “Cuando los trabajadores defienden un proyecto como el que se inició en 2003, están ejerciendo su propia defensa”.