El primer desafío de Néstor Kirchner como secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) deberá esperar. Fuentes cercanas al ex presidente informaron ayer a Página/12 que Kirchner no asistirá al encuentro de la Cumbre Mundial sobre Haití, como estaba previsto. La confirmación de la presencia del mandatario hondureño Porfirio Lobo –electo después del golpe de Estado contra Manuel Zelaya– impulsó la decisión de no participar, posición que también tomará el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

Como flamante titular de Unasur, el ex presidente Kirchner iba a viajar con la misión de garantizar las donaciones del bloque sudamericano para ayudar a la reconstrucción de Haití. Pero el periplo hacia la República Dominicana finalmente fue suspendido, según informaron a este diario fuentes cercanas al santacruceño: a último momento, en consonancia con otros presidentes, como el ecuatoriano Correa, el diputado nacional resolvió marcar el rechazo regional a la presencia del presidente de Honduras, Porfirio Lobo.

La Unasur tiene una firme posición ante el golpe de Estado en Honduras que no permitió a Manuel Zelaya finalizar su mandato. Con excepción de Colombia y Perú, ninguno de los demás países que integran el bloque de Unasur está dispuesto a reconocer al hondureño hasta que el país centroamericano dé una señal de encaminarse hacia la vigencia de las garantías constitucionales. Incluso en la reciente Cumbre de la Unión Europea y América latina y el Caribe, en España, los integrantes de la Unasur ya habían mostrado su intención de no participar por la anunciada presencia de Lobo, que finalmente no asistió ante la presión política y debió reunirse un día después del encuentro con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente pro tempore de la UE.

La asistencia a la cumbre en Punta Cana que comienza este miércoles iba a ser la primera en la que Kirchner iba a oficiar de manera activa como conductor del bloque. Su tarea se iba a centrar en conseguir que los países integrantes cumplieran con el compromiso de donar importantes sumas de dinero para la reconstrucción de Haití ante la devastación producida por el terremoto que en enero dejó 300 mil muertos e igual cantidad de heridos en el país más pobre de América. El tema se trató en la última reunión de la Unasur –en la que se eligió a Kirchner para conducir el bloque–, donde el secretario general saliente, Correa, les llamó la atención a los ministros de Economía de la región porque “si hay deuda con el Fondo Monetario la pagan enseguida, pero si es con Haití no”, aludiendo a las promesas de donaciones incumplidas.

Otro gesto inequívoco de la mayoría de los presidentes de la Unasur, y en particular de la Argentina, sobre el apoyo a Zelaya que se registró la semana pasada, cuando el derrocado presidente estuvo sentado entre los invitados de la región a los festejos por el Bicentenario.