“Adel Vilas murió impune. Los muy eficientes juicios de Neuquén y los extremadamente lentos de Bahía Blanca llegaron a él cuando ya su salud no le permitía estar sometido a un proceso penal” como consecuencia de “la incompetencia, indolencia, informalidad de buena parte de la burocracia judicial para abordar temas tan dolorosos”, afirmó ayer el fiscal Félix Crous sobre la muerte sin condena judicial del represor. Durante la dictadura, Vilas estuvo a cargo de la V Brigada de Infantería con asiento en Tucumán cuando se inició el Operativo Independencia, en 1975, y es sindicado como “el pionero en la aplicación del terrorismo de Estado en la Argentina”. Crous, titular de la unidad especial que lleva adelante los juicios, agregó que no hacía “falta ningún esfuerzo ciclópeo, sino voluntad política, trabajo, y perder el miedo a disgustarse con algunos amigos de la corporación togada” para que la Justicia funcione.