Macarena Gelman, la nieta del poeta argentino Juan Gelman nacida durante el cautiverio de su madre y robada por jerarcas de la dictadura uruguaya, declaró ayer como testigo ante el Tribunal Oral Federal 1 en el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad en el centro clandestino Automotores Orletti, epicentro argentino del Plan Cóndor. La mujer de 33 años recordó la forma en que fue abandonada en la puerta de la casa de la familia uruguaya que la crió y destacó la incesante búsqueda de su abuelo, que le permitió recuperar su identidad en el año 2000. La hija de Marcelo Gelman, asesinado y fondeado en un río adentro de un tambor con cemento, y de María Claudia García Iruretagoyena de Gelman, aún desaparecida, recordó que “militares uruguayos fueron vistos por varios ex detenidos con asiduidad y a cargo de los detenidos uruguayos” en Orletti, en el barrio de Flores.

También aludió a las constancias del segundo traslado a Montevideo de un grupo de uruguayos secuestrados en la Argentina, que también permanecen desaparecidos. Gelman ubicó el lugar donde transcurrió el cautiverio de su madre en Boulevard Artigas y Palmar, en Montevideo, y recordó que allí la vio por última vez el soldado Julio César Barboza Pla. Ese conscripto “brindó datos” del momento en que “dos militares la llevaban a mi mamá con una canastita”, en la que teóricamente llevaba a Macarena, a fines de 1976. Recién a principios de 1977 fue abandonada en la puerta de la casa de un ex policía uruguayo, que fue procesado por oponerse a los métodos de la represión ilegal, recordó.