La senadora formoseña Adriana Bortolozzi formalizó ayer su salida del bloque oficialista. Alegando diferencias con la conducción del Frente para la Victoria en el Senado, a cargo de Miguel Pichetto, Bortolozzi decidió sumarse a la proliferación de monobloques existentes en la Cámara alta y crear el propio: Esperanza Federal. El alejamiento de la legisladora peronista se inició a principios de las sesiones ordinarias, cuando irrumpió sorpresivamente en la sesión del 14 de abril y habilitó el quórum desoyendo la estrategia del kirchnerismo. “Yo no puedo seguir en el bloque porque hemos tenido serias disidencias y se acentuaron mucho en razón de la aprobación de la ley de matrimonio homosexual. Ahí ya llegamos a una profundidad incluso de malos tratos, también de parte mía”, admitió. Aunque sus argumentos incluían críticas a Pichetto, el rionegrino no le respondió sino con palabras conciliadoras. “Siempre he tenido un trato de respeto con la senadora. Lamento su ida”, replicó.

“Estoy sola y tengo miedo, pero me voy a quedar todos los miércoles”, había dicho Bortolozzi el día que, después de cinco años en su banca, saltó a la fama por romper la estrategia oficialista de retacear el quórum hasta tanto la oposición reviera su embestida sobre la composición de las comisiones. Hacía tiempo que la senadora no participaba de las reuniones de bloque y con el paso de los días la peronista formoseña profundizó su perfil opositor al punto de llevar una agenda propia aún más ambiciosa que la del Grupo A. Causó estupor cuando, con el adjuntado de un texto inexplicable, presentó por su cuenta un proyecto de modificación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que cambiaba todos los artículos conflictivos llevados a la Justicia. En las últimas sesiones se abstenía de votar los acuerdos otorgados por el Senado, ya que los calificaba “una farsa”.

“Soy muy nerviosa, tengo mal carácter, entonces, por una cuestión de respeto también a Miguel Angel Pichetto, que no se merece tampoco todo lo que a veces cae sobre sus espaldas, yo decidí por prudencia que tengo que retirarme, ya que se niega a echarme a pesar de mis reiterados pedidos”, señaló la senadora al portal Parlamentario.com. Fuentes de la Cámara alta descontaban de hecho su pertenencia al bloque oficialista y atribuían su actitud a una dura interna política en su provincia, donde su marido, Floro Bogado, es vicegobernador y su hijo aspirante a ese cargo en la próxima elección, cuya fórmula encabezaría el mandatario provincial Gildo Insfrán. “Seguirá siendo mi intención llegar a un consenso con la senadora en los grandes temas del país”, afirmó Pichetto, quien desde ayer quedó formalmente al frente de una bancada de 31 miembros, a 15 de la segunda minoría, encabezada por el radical Gerardo Morales.