Lunes, 9 de agosto de 2010 | Hoy
Lunes por la noche. La Antigua Bodega, reducto histórico de la capital sanjuanina, elegido para agasajar a los asistentes a la Cumbre del Mercosur en la cena de gala. En la mesa principal, el gobernador José Luis Gioja, anfitrión, y el matrimonio Kirchner, además del uruguayo José Mujica y otros gobernadores que se acercaron para la ocasión. A la hora de los postres, a la sazón una copa helada, Gioja le solicitó a uno de los mozos un poco de whisky para regar su porción. Nunca se imaginó que le servirían una bebida de etiqueta nacional, lo que le valió las gastadas del ex presidente: “Me hubieras dicho, José Luis, y yo te traía una botella del bueno”, lo apuró. Las risas se extendieron hasta la hora del café
Y un día volvió, pero hasta ahí. La diputada Gabriela Michetti, tal como se consignó aquí hace dos semanas, había dejado abandonados a sus seguidores de Twitter: se llamó a silencio 2.0 desde el día en que la Justicia confirmó el procesamiento de su jefe político, Mauricio Macri, en la causa que investiga la red de espionaje paraestatal en la Ciudad de Buenos Aires. Trece días más tarde, hizo su regreso, pero no fue triunfal. Aunque desde el PRO niegan ejercer algún tipo de control en la actividad virtual de sus miembros, Michetti, que antes llegaba a postear más de cien twitts por día, sobre todo tema imaginable, ahora se limita a informar de manera acotada sobre su actividad pública. ¿Qué pasó?
Hacer política en las redes sociales con una víctima de la inseguridad tiene sus riesgos. De ello puede dar cuenta el gobernador chubutense y autoproclamado presidenciable, Mario Das Neves, con el episodio que le sucedió el viernes. En su perfil de Facebook, él o uno de sus asistentes publicó: “Indignado por la muerte de Dionisio ¡Fuerza Carolina! Todos los argentinos estamos orando por vos y pidiendo justicia, si es que hay algún modo de ajusticiar a estos animales”. Como si no bastara con que el mensaje fuera bastante explícito con el término “ajusticiar”, el problema radicó en que pasaron varios minutos sin que nadie se percatara de que el verdadero nombre del bebé fallecido luego de que su madre fuera víctima de una salidera bancaria era Isidro
La bronquitis que la semana pasada afectó al presidente del bloque del FpV en el Senado, Miguel Pichetto, trajo consecuencias inesperadas. Sin estar del todo recuperado, Pichetto volvió a la actividad cuando se produjo la salida formal de la formoseña Adriana Bortolozzi de la bancada K, que además cuestionó la conducción de Pichetto por “malos tratos”. “Siempre hemos tenido un trato de respeto con la senadora, lamento su ida. Seguirá siendo mi intención llegar a un consenso con ella”, respondió un Pichetto más conciliador que nunca. Sorprendidas, fuentes parlamentarias señalaban las consecuencias de la fiebre y lo que luego denominaron el “efecto bronquitis”
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