Aunque asegura encontrarse “agotado” tras el esfuerzo que significó llevar adelante la cumbre de jefes de Estado del Mercosur que se realizó la semana pasada en su provincia, el gobernador sanjuanino José Luis Gioja no puede disimular una sonrisa. Aunque no se anima a admitirlo en público, ni siquiera lejos de los micrófonos, en su cabeza, la organización de ese encuentro era una prueba importantísima para posicionarse de cara a 2011: su nombre, quiera o no admitirlo, es uno de los más repetidos entre los muchos que suenan como eventual compañero de fórmula oficialista del “pingüino o pingüina”, según dispongan. En su despacho, donde recibe a Página/12, hay fotos de Néstor y Cristina Kirchner, además de Perón, Evita y de él mismo en distintas etapas de su vida. El teléfono, sobre el escritorio, al lado de un café negro y sin azúcar, interrumpe varias veces el diálogo. Tras dos mandatos en los que, asegura, “de la mano del gobierno nacional se transformó la provincia”, en su entorno aseguran que es el momento de pegar el salto. El, en cambio, prefiere evitar definiciones.

–No le voy a preguntar si será candidato a vicepresidente porque va a responder con evasivas...

–Por supuesto.

–Pero ¿le gustaría integrar la fórmula oficialista en 2011?

–A ver, hermano, es lo mismo que si te preguntara a vos si te gustaría ser director de tu diario...

–Hay que estar preparado para eso.

–Bueno, yo quizá tampoco estoy preparado. Cada uno, hermano, tiene su pasión. Yo elegí esta cosa que es la política a la que le he entregado un montón de tiempo, de mi vida. Así que gobernar San Juan es como que me enseñó a manejar un karting. Otra cosa es manejar un Fórmula Uno o un TC 2000. Hay que adaptarse. Si sabés manejar un karting, podés manejar a lo mejor también lo otro. También te lo podés poner de poncho, por eso hay que darse tiempo y sobre todas las cosas tener mucha prudencia.

–Si avanzara su candidatura, ¿las denuncias por contaminación producto de la actividad minera podrían perjudicarlo?

–Que vengan a ver. ¿A dónde están las denuncias? Son denuncias para salir en la prensa, pero no hay ninguna denuncia comprobada. Esto es cosa de gente que tiene intereses de que esto no ande, que no son pocos. ¿Sabés en qué lugares hemos sacado nosotros la mayor cantidad de votos, superando incluso el 70 por ciento? En los lugares donde están los yacimientos mineros. Hay pequeñas minorías que no quieren aceptar la posibilidad de que tengamos trabajo digno, de que nos desarrollemos. A cualquier tipo le preguntás por un país de América latina y te dice Chile. Chile está llegando al 70 por ciento de su producto bruto interno que tiene que ver con la minería. ¿Y por que Chile sí, que tiene cordillera, y nosotros, que tenemos la misma cordillera, no? A ver, con racionalidad. ¿Cuáles de las denuncias son las que tienen sentido? Porque no hay ninguna...

–¿No hay ningún problema?

–A ver, si hay problemas, que los traigan, los veamos y analizamos.

–¿No recibió ninguna denuncia que considere razonable?

–De ninguna manera. Si yo tengo que cambiar, hermano, no soy obtuso. Ahora yo te digo una cosa. Si vos me preguntás a mí cómo hago para sanear el Riachuelo, que es una mierda y que le hace mal a Capital, yo te digo la verdad que no sé, porque estoy a 1200 kilómetros de distancia. Ahora que no me vengan desde 1200 kilómetros de distancia a hablar de montañas, de glaciares y demás, cuando no las han pisado, cuando no las conocen. Por eso, sin entrar a discutir porque, la verdad, yo les voy a poner la otra mejilla, les abrimos la puerta de San Juan de par en par para que vengan a ver.

–La oposición acusa a la Casa Rosada de ayudar sólo a sus aliados, y de utilizar esta relación para asegurar cierto control...

–El gobierno nacional ayuda a los que se dejan ayudar, no a los que putean todo el tiempo, obviamente. Y ayuda a los que le llevan proyectos, los que hacen cosas. No hay una provincia argentina que se pueda quejar de que tenga algún proyecto serio y que no haya sido atendida. Todo se agranda demasiado cuando dicen “a los amigos les dan, a los que no son amigos no les dan”. No es así. Yo creo que cuando hay, hay para todos, y cuando no hay, cuando hay época de secas, también nos ajustamos el cinto todos, como correspondía el año pasado con la crisis que pasó. Lo que hay que hacer es tratar de trabajar, de coordinar, de acordar. Nosotros somos parte del proyecto político que está gobernando la Argentina, pero, si vos no sos parte, no podés estar ladrando todo el tiempo y querer que te atiendan y te abran la puerta todos los días.

–A la cumbre del Mercosur asistió el gobernador santafesino, Hermes Binner, que no es precisamente oficialista...

–Además de ser oposición, él tiene alguna racionalidad, ¿no? Si no, no hubiera estado acá porque se iban a enojar otros opositores que se enojan cuando la institucionalidad impone compartir actos. Hablamos un montón, y le dije lo que la Presidenta dijo en su discurso en la escuela que inauguró: “Te acordás siempre de cosas feas, ¿cuánto recibís de la soja vos?”. Fue la misma pregunta que me hizo la Presidenta a mí. Porque no te olvides lo que la soja nos ha dejado. Y además nos obliga a darles a los intendentes, y no tenés a los intendentes todo el día acá. Porque el intendente hace puentes, hace calles, pinta escuelas, arregla plazas con recursos propios. Y es bueno que pase eso.

–¿Cree posible tender lazos con algunos sectores de la oposición?

–Yo creo que la oposición debe buscar no solamente oponerse, sino también construir desde el lugar que la gente le dio, porque la gente los puso ahí, no los pusimos nosotros. Entonces también desde ahí se construye, se aporta, se dan soluciones.