El Peronismo Federal y sus aledaños necesitan mantener la unidad para tener chances en los comicios del año que viene. Sin embargo, los intereses particulares y las cuentas pendientes entre sus caciques conspiran contra ese objetivo. Ayer, Eduardo Duhalde volvió a marcar distancia con Mauricio Macri y le bajó el precio a su candidatura, sosteniendo que tiene “dificultades” que resolver antes de abocarse a una campaña, además de remarcar su “inexperiencia”. Más duro, el chubutense Mario Das Neves descartó compartir boleta con el procesado jefe de Gobierno porteño y, de paso, también cargó contra el pretendido liderazgo de Duhalde. Así, de a poco, se aleja de ese espacio: en su entorno se entusiasman con la idea de competirle a Néstor Kirchner en la interna del PJ. Esto se suma a los cortocircuitos en el armado del acto de lanzamiento del sector, que se realizaría a principios de septiembre, en Entre Ríos, según anunció Duhalde para disgusto de Felipe Solá. Tratando de detener la fuga, hoy volverán a juntarse los popes disidentes para avanzar con los preparativos y coordinar la estrategia parlamentaria, amén de conseguir una foto conjunta que calme las aguas. Un par de faltazos anunciados encendieron la luz roja.

Duhalde busca mostrarse como el conductor del equipo y, en ese rol, también se comporta como el candidato por default. Ayer volvió a confirmar que se ve en la boleta, aunque lo justificó de una forma poco ortodoxa: “Mi mamá y mi esposa dicen que el mejor soy yo”. En una nueva vuelta de tuerca del culebrón que los acerca y aleja según el día, ayer Duhalde –que lo quiere como candidato a un segundo mandato como jefe de Gobierno pero no como referente nacional– le bajó el precio: “Macri tiene un problema muy serio, que es la zancadilla que le hace el Gobierno, sumado a algunas inexperiencias notables de él. Y la experiencia no se compra en ningún lado”, observó, lapidario.

Duhalde, Macri, Solá, Francisco de Narváez y Carlos Reutemann coincidieron la semana pasada en un encuentro que organizó el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, en su casa. Está claro que allí no consiguieron consensuar un rumbo, porque luego de la reunión siguieron los cruces.

Das Neves, quien hasta hace unas semanas parecía integrar el grupo pero ahora se muestra con un pie afuera, salió a cruzar a Duhalde al sostener que el Peronismo Federal “no tiene liderazgo sino referentes”. Además, anticipó que no sólo no participará de la reunión de esta tarde en el despacho de Adolfo Rodríguez Saá sino que, para esa hora, tiene previsto un encuentro con De Narváez, otro que está enojado con algunas conductas de Duhalde. Das Neves también fue muy duro con Macri. Dijo que el ex presidente de Boca “debe ser el límite” del peronismo disidente. “La derecha tiene que estar incorporada a la vida democrática, pero nosotros no tenemos nada que ver con esa postura”, explicó.

“El siempre dijo que va a jugar la interna del peronismo, por lo que se está abriendo del armado de un frente por afuera”, confiaron a Página/12 funcionarios cercanos a Das Neves. Sus posibles socios hacen una lectura similar: “Mario lo que está tratando es irse del espacio del Peronismo Federal para jugar la interna con Kirchner”, comentó una figura con llegada a la mesa chica del sector. De Narváez, por su parte, todavía no definió sociedades, pero sabe que su nombre es una carta fuerte para jugar en la provincia de Buenos Aires y que cuanto más demore la decisión más sube el precio de su candidatura.

Así, esta tarde, en el despacho de Rodríguez Saá, estarán, además del anfitrión, los senadores Reutemann y Juan Carlos Romero, los diputados Solá y Ramón Puerta, además de Duhalde y del ex gobernador entrerriano Jorge Busti. Buscarán coordinar la agenda parlamentaria, limar asperezas y concretar definiciones sobre el acto de lanzamiento del Peronismo Federal. Duhalde, junto a Busti, lo había anunciado para el 4 de septiembre en Paraná, sin consultar a sus socios. “Se cortan solos”, les recriminó Solá, lo que condujo a una tibia desmentida: la fecha y el lugar eran “sólo una propuesta”, recularon desde el entorno del ex bañero.

Mientras tanto, las segundas líneas del grupo, que también volverán a juntarse esta tarde, observan preocupadas. “No podemos regalar nada”, se preocupaba un diputado ante la consulta de este diario. “Si no lo construimos entre todos este espacio difícilmente tenga alguna posibilidad”, reconoció. Mientras los caciques discutan en el despacho de Rodríguez Saá, a pocos metros de allí, en el anexo de la Cámara baja, la mesa de coordinación del espacio discutirá “la agenda y el cronograma de las reuniones” de acá a fin de año, según la santafesina Celia Arena. “Si algo acordamos es no hablar de candidaturas –aclaró su compañero Daniel Germano–. Eso está cerrado hasta marzo.”