El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, se cruzaron ayer por el sistema de control de ingreso a la nueva fuerza, tras la detención de un comisionado en una causa por drogas. Montenegro salió a responderle a Burzaco, quien había reconocido “fallas” en los controles y la selección del personal, luego de que este fin de semana fuera detenido Simón Rodrigo, un ex comisario de la Policía Federal que había entrado a la Metropolitana. El ministro “negó que este hecho pueda poner en duda los mecanismos de selección de la nueva policía” porteña y además apuntó que “está funcionando con muy buenos controles, lo que permite que podamos descubrir casos de personas que no se ajustan al perfil de conducta buscado”. La contestación de Montenegro llegó luego de que Burzaco reconociera también que por “situaciones penales” al menos diez efectivos tuvieron que ser desafectados.