EL PAíS › DISPUTA EN EL PERONISMO BONAERENSE ANTE LA REGLAMENTACIóN DE LA REFORMA POLíTICA

La pelea por las nuevas colectoras

La posibilidad de que las listas colectoras sean habilitadas para las elecciones primarias del año que viene enfrenta a sectores del kirchnerismo y a diversos intendentes del conurbano, que las rechazan.

 Por Alejandra Dandan

La tropa de intendentes del conurbano saldrá a dar batalla para evitar las listas colectoras en las próximas elecciones. No será fácil. El PJ nacional avanza en dirección opuesta. Una de las personas que suelen poner su puño en los entreveros legales del partido aseguró a Página/12 que pese a todo lo que en algún momento se dijo, hay aspectos de la ley de reforma política –nacional y bonaerense– que habilitan esa posibilidad. ¿Se usarán? Según la misma fuente, no hay dudas. La opción quedaría habilitada a partir de la reglamentación de la ley, que aún está pendiente. El mecanismo le permitiría al kirchnerismo salir a recoger votos por fuera de la estructura del PJ por arriba y, por abajo, presionar a los barones territoriales. “Colectoras no tiene que haber porque sería como una ley de lemas encubierta”, dijo uno de ellos a este diario.

Néstor Kirchner salió a activar el peronismo de la provincia de Buenos Aires buscando convertirlo en eje de la agenda política y movilizando territorios cruzados por las aspiraciones de los intendentes y del gobernador Daniel Scioli. Alicia Kirchner y otros ministros del gabinete nacional comenzaron a moverse en la provincia, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, se acerca a la conducción del PJ bonaerense y los rumores dan cuenta hasta de un supuesto acuerdo con el diputado y ex intendente de Morón, Martín Sabbatella.

La puerta de entrada para habilitar las colectoras quedó discretamente abierta en diciembre del año pasado. La Ley Nacional de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad –denominada “de reforma política”– habilita las colectoras para las elecciones primarias y no para las generales, según interpretan en el justicialismo. Y lo mismo sucede con la ley provincial. Pese a la oposición de los intendentes, en diciembre los diputados de Buenos Aires, con Alberto Balestrini a la cabeza, dejaron deliberadamente abierta esa chance.

En la ley nacional, la habilitación estaría dada porque “el texto no las prohíbe en las primarias y, en consecuencia, todo lo que no está prohibido en la ley queda permitido”, explica una experimentada fuente del PJ. En la ley de la provincia de Buenos Aires, los fundamentos aparecen, en cambio, en el segundo párrafo del artículo 8. “Los órganos electorales partidarios –indica el texto de la norma– son los que autorizan cómo se adhieren las boletas en caso de que hubiera listas únicas para una categoría de candidatos y pluralidad en otras.” Según la interpretación del kirchnerismo, las colectoras están habilitadas por esas “adhesiones”. Y esas adhesiones, a su vez, requieren un acuerdo previo de las Juntas Electoras, que finalmente será el terreno operativo desde donde se habilitarán u objetarán los acuerdos.

En el PJ están convencidos de que todo esto quedará explicitado a través de las reglamentaciones pendientes, en cuyos borradores ya se está trabajando. Incluso en la provincia de Buenos Aires. Es uno de los modos con los que Kirchner puede sumar por afuera del PJ y, a la vez, abrir el juego en los partidos donde los intendentes tienen vallados sus territorios. Por mencionar sólo uno de los fantasmas que recorren por estas horas el conurbano, están las mediciones de los caciques más legendarios, aquellos con dos o tres mandatos encima, quienes tienen los mayores problemas de imagen.

Para el kirchnerismo, la multiplicación de alternativas hacia abajo es una forma de oxigenar y darle vida al PJ. Pero para los intendentes es una forma de ahogarlos. Uno de los ministros de la provincia aseguró a Página/12 que las colectoras son como jugar con fuego, porque a pesar de permitirle al supuesto candidato a presidente ganar algunos puntos de diferencia, abre la posibilidad de perder todo por abajo. “Las boletas suelen traccionar más por arriba que por abajo”, indicó. En esa lógica, un escenario posible es que una virtual boleta de Francisco de Narváez, por ejemplo, no gane arriba, pero gane votos en los territorios. No por el peso de los candidatos locales, sino a semejanza de lo que sucedió en las elecciones del año pasado, por el arrastre del empresario. Entre los intendentes, la lectura varía un poco. Los que están con mejor imagen tampoco quieren colectoras porque, dicen, pueden llegar a ganar pero los concejos deliberantes les quedarían fraccionados y, en consecuencia, tendrían más problemas para gobernar.

Durante los próximos días habría una reunión de intendentes convocada por la FAM para hablar del tema. Mientras tanto, varios barones avanzan con un equipo de abogados para analizar cómo frenar esa chance. El grupo está compuesto, entre otros, por Raúl Othacehé (Merlo), Osvaldo Amieiro (San Fernando), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Daniel Di Sabatino (San Vicente), Juan José Mussi (Berazategui), Hugo Curto (Tres de Febrero), Darío Díaz Pérez (Lanús), Julio Pereyra (Florencio Varela). Además, se suma Federico Scarabino, vicepresidente de la Cámara de Senadores provincial.

Muchos de ellos no tienen idea de cómo y de qué manera puede articularse una u otra propuesta. De momento sólo están sorprendidos y empezando a reaccionar. “Bueno, mirá –dice uno de ellos a Página/12–, el año pasado, cuando nos explicaron la ley, quedó dicho que no se habilitaban las colectoras ni las listas espejos, así que ahora no entendemos qué pasa.”

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El gobernador Daniel Scioli y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano.
Imagen: DyN
 
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