La presidenta Cristina Fernández volvió a embestir contra la oposición. “Da penita el grado de subordinación del Parlamento, a quien le fijan la agenda, le dicen lo que tiene que hacer y comparten cenas –expresó luego de un acto en la provincia de Río Negro–. Son cosas que dan vergüenza.” Minutos antes, en su discurso, había manifestado sentir una “inmensa pena porque la política no puede arrastrarse atrás de los poderes concentrados de la economía.”

La Presidenta encabezó el acto inaugural de una clínica de alta complejidad y maternidad, ceremonia de la que participaron también el titular de la CGT, Hugo Moyano, y los gobernadores de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Miguel Saiz, Jorge Sapag y Oscar Jorge. “La política no puede arrodillarse ante los poderes concentrados de la economía”, insistió la Presidenta, antes de acusar a la oposición de haber “votado cualquier cosa en contra de los trabajadores”.

En ese sentido, hizo hincapié en que “cuando escuchamos algunas voces, cuando miramos algunas caras que fueron los responsables de esas políticas que habían venido a cambiar, pero que no sólo no cambiaron, sino que profundizaron y agravaron, siento una inmensa pena”. También se quejó de los “palos en la rueda para que el Gobierno fracase”, y advirtió: “Voy a poner todo lo que tengo y lo que no tengo para seguir adelante. Hemos venido a reparar tanta injusticia, tanta inequidad”.

Un rato antes, Moyano había pedido a los presentes “no dejarse engañar por los cantos de sirena” de la oposición. “¿A quién quieren engañar y de qué se quieren disfrazar aquellos que proponen el 82 por ciento móvil (para los jubilados)?”, se preguntó, antes de apuntar contra la diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich: “Quien propone los aumentos es esa señora que tuvo el tupé de rebajar no sólo a los jubilados, sino a los empleados públicos el 13 por ciento” durante su gestión al frente del Ministerio de Trabajo en el gobierno de la Alianza.

Cristina y Moyano también coincidieron en que algunos medios “tergiversan la información” pero ella recomendó no preocuparse porque “la verdad siempre aflora”. Y concluyó: “Las máscaras se van cayendo y las caras aparecen con nitidez y las responsabilidades aparecen; sobre todo cuando la mentira ha sido sobre cosas tan terribles como las que vivimos los argentinos”.