Horas antes de viajar a Santa Cruz, Néstor Kirchner estuvo en la Quinta 17 de Octubre, en San Vicente, para conmemorar el cumpleaños 115 de Juan Domingo Perón. Desde ese escenario tan emblemático, el titular del PJ convocó a la “unidad” partidaria y pidió a todos los precandidatos que resuelvan sus diferencias en las internas, cuestión de evitar las fracturas. “Convocamos generosamente a la unidad, con absoluta amplitud democrática, cristalina y transparente, para que todos los problemas justicialistas los dirimamos internamente con el voto democrático del pueblo”, dijo Kirchner.

Todos los gestos de Kirchner ayer apuntaron a evitar las fracturas. En sus habituales reuniones con dirigentes de la provincia de Buenos Aires y algunos distritos del interior con más de un candidato con posibilidades, Kirchner insiste en la necesidad de que todos se mantengan dentro de la estructura del justicialismo para garantizar el triunfo en las elecciones del año próximo.

“La llave del movimiento justicialista no la tiene nadie”, sostuvo ayer el ex presidente. En ese mismo sentido, apuntó que “nadie es más peronista que otro” y “nadie tiene un peronómetro” para medir quién tiene más kilates dentro del movimiento. Según Kirchner, “los que tienen en cuenta estas consideraciones mezquinas son los que erraron en el camino de la historia y trabajaron para cuestiones chiquitas”.

“Los que tenemos responsabilidades y adherimos al movimiento nacional y popular somos un conjunto de dirigentes que pasamos en el andar del tiempo y nunca le pusimos un candado al movimiento, que es del pueblo, que es la casa de todos, sino que, por el contrario, les tendemos la mano a los que no son peronistas”, consignó. En este marco, el presidente del PJ recordó la frase pronunciada por Perón cuando regresó en 1973 a la Argentina: “Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

Entre quienes acompañaron al titular del PJ estuvieron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el ministro de Justicia, Julio Alak, y varios intendentes como el de San Vicente, Daniel Di Sabatino; el de Lanús, Darío Díaz Pérez; el de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; el de Esteban Echeverría, Fernando Grey; y el de Florencio Varela y titular de la FAM, Julio Pereyra. Entre la nutrida concurrencia hubo funcionarios como Juan Manuel Abal Medina, Gabriel Mariotto y Diego Bossio y diputados como José María Díaz Bancalari y Carlos Kunkel.

Pero si hubo mensajes de amor y paz para los justicialistas no fue igual para la oposición, a la que volvió a caracterizar como “la máquina de impedir”. “En el 2003 tuvimos que volver al gobierno a tomar un país devastado, destruido y seguimos soportando con caridad cristiana la máquina de impedir, la agresión, la descalificación, el insulto y todas las cuestiones que hacen los mismos que fundieron la Patria”, afirmó.

Aunque, en el cierre, optó por mensajes de amor, del tipo de los que luego repetiría en Santa Cruz. Kirchner convocó en su mensaje “a todos los argentinos y a nuestros compañeros, a los que piensan como nosotros y a los que no piensan como nosotros, a aquellos que sabemos que la democracia, la pluralidad y la diversidad son centrales para la consolidación de un país y un proceso de transformación. Queremos en este recordatorio del general Perón, con absoluta amplitud, decir que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, cerró.