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”Queremos respuesta, queremos los planes”, cantaban frente al Ministerio de Trabajo los piqueteros del Polo Obrero, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y de Barrios de Pie. Al anochecer de ayer, después de una extensa reunión entre los líderes de los movimientos y funcionarios oficiales, los manifestantes no se fueron con las manos vacías. “Nos aseguraron que el 17 de febrero cobran todos los compañeros con planes caídos de todo el país y además vamos a recuperar 5536 planes pendientes que nos habían prometido en noviembre”, confirmó Néstor Pitrola del Polo a Página/12.
Por la mañana, la ministra Graciela Camaño había negado “categóricamente” que hubiera planes caídos. “Ahora el Gobierno nos reconoció 60 mil planes caídos en la provincia de Buenos Aires”, relataron los piqueteros. De la reunión participaron Pitrola, Raúl Castells, del MIJD, y Jorge Ceballos, de Barrios de Pie. Del otro lado de la mesa estaban sentados el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Jorge Rampoldi, la secretaria de Empleo Mirta War y el director nacional de Empleo Alejandro Keychs.
Después de una noche fría de acampe piquetero en el Puente Saavedra, los militantes realizaron dos visitas diplomáticas, una a favor y otra en contra. La primera parada de la caravana fue a la mañana temprano frente a la embajada de Venezuela en el barrio de Belgrano para expresar su solidaridad con el presidente de ese país, Hugo Chávez. Al mediodía llegaría la visita a la embajada de los Estados Unidos que amaneció rodeada por una nutrida vigilancia policial. Mientras tanto, un centenar de piqueteros cortaban la mitad de los carriles de la avenida Alem frente al Ministerio de Trabajo donde después llegarían el resto de los piqueteros.
El Polo Obrero, el MIJD y Barrios de Pie reclamaron por los “210 mil planes Jefas y Jefes caídos y para que nos den de alta después de la promesa que nos hicieron el 7 de noviembre”, relató a Página/12 Ariel Lusso, miembro de la mesa nacional del Polo. “También pedimos que el subsidio se duplique a 300 Lecops, porque ya no alcanza para nada”, relató Inés, de Barrios de Pie, quien vino con su marido a la protesta. Ambos son de Barrio Mitre, del partido de San Miguel y están desocupados.
Mientras los militantes del Polo se trajeron carpas para pasar la noche, los de Barrios de Pie sólo contaban con frazadas. “La noche estuvo tranquila, pero no pudimos pegar un ojo –cuenta cansada–, pero teníamos que venir porque nos están sacando los planes de a poco”, se quejó Inés.
Cuando comenzó la marcha hacia la embajada venezolana, al paso de los piqueteros algunos comerciantes y todas las sucursales bancarias sobre Cabildo bajaron sus cortinas metálicas. Una vez llegados a la sede diplomática, ubicada en pleno barrio de Belgrano, los dirigentes de las agrupaciones piqueteras fueron recibidos por la encargada de Negocios de la embajada, María Rosa Cevallos, a quien entregaron un escrito de apoyo al gobierno chavista. Castells manifestó que incluso está dispuesto a “ir a combatir contra los intentos golpistas”. Por su parte, Pitrola expresó su “solidaridad irrestricta con el pueblo venezolano y el apoyo en defensa de la democracia y contra el golpismo encarnado en los sectores petroleros y la oligarquía venezolana”.
La marcha piquetera luego tomó rumbo para el barrio de Palermo para visitar la embajada de los Estados Unidos, en Cerviño y Sarmiento, y protestar por el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Nos sumamos al movimiento mundial de más de 30 países que se movilizan contra la guerra imperialista contra los pueblos”. Al atardecer, frente a la cartera laboral los piqueteros votaron a mano alzada la resolución de la reunión. “Lo vivimos como un triunfo”, relató Pitrola, quien anunció las promesas del gobierno.

Informe: Gimena Fuertes