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Unos mil integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Aníbal Verón, asambleas vecinales y asociaciones de derechos humanos cortaron ayer el Puente Pueyrredón y realizaron un “escrache” frente a la Estación Avellaneda para recordar los siete meses del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Los manifestantes exigieron la reapertura del hall de la estación del ferrocarril que fue epicentro de la represión policial del 26 de junio. El lugar permanece cerrado desde hace dos meses por refacciones. Allí había sido colocada una escultura en homenaje a Kosteki y Santillán, que se incendió semanas atrás en circunstancias aún no aclaradas.
“Esa sangre no puede ser olvidada”, sostuvo la madre de Kosteki durante el acto de homenaje. Dijo que su hijo “es el artista que no dejaron ser” y habló de “233 nietos que son sus dibujos y pinturas”. El MTD señaló en un comunicado de prensa que todavía no fueron citados a declarar “los funcionarios políticos que preanunciaron y tuvieron responsabilidad directa en la ejecución de la represión que terminó con las muertes”.