Sábado, 15 de enero de 2011 | Hoy
EL PAíS › LO CONFIRMó EL VICEPRESIDENTE Y MINISTRO DEL INTERIOR DE ESE PAíS, ALFREDO PéREZ RUBALCABA
“La policía me adelantó que se iba a hacer la operación”, dijo Rubalcaba. Los investigadores españoles hablan de que una cuarta persona participó de la operación, un hombre de apellido Fonrouge, vinculado con la Fuerza Aérea Argentina.
Por Raúl Kollmann
La operación en España se llamó Volare. Y, según reveló ayer públicamente el vicepresidente y ministro del Interior de ese país, Alfredo Pérez Rubalcaba, la Unidad de Investigaciones de la Guardia Civil estaba al tanto de que un importante envío de cocaína iba a llegar a Barcelona el 2 de enero en el Bombardier Challenger que piloteaban los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Gastón Miret. Este diario averiguó que las autoridades españolas hablan de otro implicado, hasta ahora desconocido, en la operación de narcotráfico. Se trata de una persona de apellido Fonrouge, aunque la Guardia Civil lo escribe de forma distinta, Von Rouge. Aparentemente, se trataría de un integrante de la Fuerza Aérea argentina. Pérez Rubalcaba no quiso dar más detalles de la investigación española porque advirtió que la pesquisa es secreta.
Aunque hay bastantes presunciones de que la droga pudo haberse cargado en la Base Aérea de Morón, los españoles siguen sin informar en forma oficial o extraoficial dónde creen que se cargó la cocaína a la aeronave, en qué lugar del avión estaba escondida y si en verdad hubo un cuarto pasajero. Es más, en la escasa información oficial española hay un par de datos que llaman la atención: que el avión de Medical Jet aterrizó en Barcelona a las 15.05 y que el procedimiento fue hecho por la Policía Administrativa.
“Yo estaba al tanto de la operación porque era muy importante y la policía me adelantó que se iba a hacer”, sostuvo Rubalcaba en la usual conferencia de prensa de los viernes al final de la reunión de gabinete. También reveló que los investigadores le dijeron que los detenidos serían tres pilotos argentinos. Rubalcaba es el número dos del gobierno de España, detrás del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y fue quien hace un año firmó un acuerdo de colaboración con Aníbal Fernández para coordinar la lucha contra el narcotráfico. De todas maneras, en la conferencia de prensa Rubalcaba no quiso dar más detalles excusándose en el secreto de sumario que dictó el juez de Barcelona.
Ayer, desde la península ibérica llegaron algunos detalles de la operación Volare, aunque también siguen sin despejarse gran parte de las dudas.
- Si, como dice Rubalcaba, ellos conocían todo con anterioridad, están en condiciones de decir dónde se cargó la droga, si en la Argentina o en Cabo Verde. Hoy por hoy, en el juzgado del juez en lo Penal Económico Alejandro Catania, secretaría de Martín Castellanos, se inclinan por la hipótesis de que la cocaína se subió al Bombardier en la Argentina. Pero por ahora no hay evidencia contundente.
- En este terreno, la Guardia Civil sigue sin enviar fotos de la forma en que estaba oculta la cocaína en el avión. Según coinciden todos los expertos, no es lo mismo si se encontraba escondida en los paneles, entre el fuselaje y los tapizados, que si estaba disimulada en una carga. En el primer caso se tarda bastante tiempo en preparar el acondicionamiento, por lo que sería imposible realizar la operación en Cabo Verde. En el segundo caso, todo es más sencillo porque la droga se prepara con anterioridad y el tiempo que se tarda en subir la carga al avión es muy breve. En esta alternativa sí podría haberse cargado la cocaína en la isla africana.
- En cualquiera de los dos casos, los protagonistas son los tres pilotos argentinos. Y ahora se agrega una cuarta persona que figura como sospechada por la Unidad de Investigaciones de la Guardia Civil de España. El nombre que hicieron trascender allí en Barcelona es el de un tal Fonrouge, escrito en el expediente como Von Rouge. Los investigadores españoles sugieren que organizó o ayudó a organizar el envío de los 944 kilos de droga y que pertenecería a la Fuerza Aérea. En la Argentina, quienes están en la pesquisa mantienen absoluto hermetismo sobre este punto.
- Hay un dato curioso en el expediente español. Allí consta que quien subió al avión en el aeropuerto de El Prat fue la Policía Administrativa. Dice textualmente el acta: “El avión tomó tierra a las 15.05, subiendo a él inspectores de la Policía Administrativa, quienes encontraron la droga oculta”. No parece una operación de la envergadura señalada por Rubalcaba y, al menos en los papeles, no consta lo que cualquier investigador se imagina: que el avión sería abordado por un importante contingente de integrantes de la Guardia Civil. Tal vez en las actas iniciales, los policías españoles quisieron disimular que ya tenían el dato y, de alguna manera, proteger a un doble agente.
- El horario de llegada del avión llama la atención: 15.05. Esto indica que podría ser falsa la versión de que la aeronave piloteada por los Juliá y Miret haya estado en Cabo Verde apenas 50 minutos. De acuerdo con los cálculos de las horas de vuelo, hay entre dos y tres horas entre que el avión llegó a Cabo Verde y emprendió el vuelo hacia Barcelona. Esto sigue dejando vigente la posibilidad de que la droga se haya subido al avión en la isla africana o en otra escala no declarada.
- También el cuarto pasajero sigue siendo un misterio. En el acta de la causa española sólo figuran los hermanos Juliá y Miret. No existe en ese documento una cuarta persona que haya llegado a El Prat y, como trascendió, que fuera dejado en libertad pocas horas después. O el cuarto pasajero no existió o se trata de un agente que los españoles prefirieron ocultar.
Como anticipó Página/12 en su edición de ayer, el juzgado de Catania tiene en su poder las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Ezeiza que enfocaron al Bombardier durante las 52 horas que estuvo en ese aeropuerto. En principio, allí no se subió la cocaína y tampoco emprendió el viaje un cuarto pasajero. En ese caso, continúa siendo una hipótesis de peso que la cocaína se haya cargado en la Base Aérea de Morón donde, todos coinciden, había un descontrol notable. Más todavía teniendo en cuenta que los Juliá y Miret son hijos de brigadieres, es altamente probable que hayan “carneteado”, como se dice en el argot, con lo que entraron y salieron a su antojo de esa base y tuvieron muchísimo tiempo para que se armara el avión con la cocaína escondida. De Morón, el Bombardier voló a Ezeiza el 30 de diciembre y carreteó hacia Cabo Verde a las 20.44 del 1º de enero. En Ezeiza, el avión tampoco fue inspeccionado en profundidad. Según los expertos, el lugar donde se cargó la cocaína se puede determinar levantando la información de la computadora del avión, donde quedan registrados todos los datos, entre ellos, el peso. Dado que la droga pesaba casi una tonelada, es evidente que el despegue se hizo con una tonelada más, en el lugar que haya sido. Esa información se le pidió al juzgado español.
Informe: desde España O.G..
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