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El comando de campaña de Carlos Menem ofrece un curioso argumento para explicar por qué no violaron la veda que marca la ley con el spot que estrenaron esta semana. Sostienen que ellos todavía consideran válida la convocatoria a internas del PJ para el 23 de febrero y que la publicidad apuntaría a ese objetivo, que quedó en la nada luego del congreso justicialista de la semana pasada. También remarcan que el aviso no hace referencia a ninguna candidatura ni a fecha de elecciones, pero, por lo que se sabe, la Justicia igual lo estaría examinando. En síntesis, hecha la ley hecha la trampa y pese a la ley de reforma política el menemismo largó la campaña en televisión con un spot con el que busca limpiarse la cara ante la opinión pública gracias a las flaquezas ajenas.
“La idea fue salir a la cancha con una publicidad fuerte, que reflejara lo que pasó en el país en los últimos tiempos”, explicaban en el comando de campaña menemista acerca del sentido del spot. En la publicidad, de 37 segundos de duración, se ve a Eduardo Duhalde prometiendo devolver dólares a quien depositó dólares, a Fernando de la Rúa declarando el estado de sitio, a Carlos “Chacho” Alvarez renunciando a la vicepresidencia, a Adolfo Rodríguez Saá anunciando la cesación de pagos de la deuda y a Elisa Carrió gritando durante un debate legislativo. Después de la seguidilla aparece la pregunta “¿Qué duda cabe?” y la respuesta “Menem”.
El espíritu del aviso es el mismo que el de un afiche que se ve desde hace unos meses en Capital y el conurbano. Según la definición de uno de los comunicadores menemistas, lo que hace el spot es una “ilustración política histórica”. En general, toda la campaña proselitista del ex presidente gira en el mismo sentido: habla de la década de gobierno del riojano como de un paraíso perdido por culpa de los que vinieron después y que sólo Menem puede recuperar.
El comando menemista aún no está unificado y cada publicidad responde a iniciativas aisladas. En este caso, la idea del spot corrió por cuenta de la gente del salteño Juan Carlos Romero, candidato a vicepresidente. Ellos acudieron a Sur Comunicación, la empresaria publicitaria de Enrique Albistur, que le dio forma televisiva al proyecto que le llevaron. En la agencia respondieron que su costo fue de 20 mil pesos.
La extensión del spot marca una tendencia sobre lo que puede llegar a invertir el menemismo en publicidad. En horario central en Canal 13 o Telefé, una pasada del aviso oscila entre 20 y 25 mil pesos. De cualquier modo, tomando en cuenta que todavía faltan tres meses para las elecciones, se estaría frente a una campaña millonaria. Sin embargo, fuentes cercanas a Romero adelantaron que está previsto que el aviso siga al aire sólo una semana más y que, hasta al momento, no tienen otro spot en carpeta. En los canales, se rumoreaba que los avisos habrían recibido un generoso descuento del 60 por ciento. “Lo que se invirtió es una suma chica”, aseguraban los menemistas.
El tamaño de la suma depende de la billetera, pero lo que no debería ser relativo es lo que está establecido en una ley. De acuerdo al texto de la ley de reforma política no está permitida la difusión de publicidad en medios de comunicación antes del mes previo a una elección. En caso de violación de esta cláusula, la norma establece que al partido en cuestión se le quitará el financiamiento oficial o se le aplicará una multa, si el infractor fuera una persona física.
A simple vista, el aviso de Menem estaría en infracción por unos dos meses. Pero los menemistas recuerdan que la Cámara Electoral todavía debe resolver la apelación al fallo de la jueza María Servini de Cubría, que le ordenaba al congreso nacional del PJ que se reunió el viernes pasado en Lanús que se abstuviera de aprobar el llamado sistema de neolemas. Si se considera que el fallo está vigente, la convocatoria a internas seguiría en pie. Si se considera que para esas elecciones –que todo hace pensar que no se realizarán– faltan imaginarios 25 días, entonces la publicidad estaría dentro de los plazos legales. En el comando de campaña también daban otro argumento, similar al utilizado por el cordobés José Manuel de la Sota cuando dio el puntapié con sus spots de “difusión de ideas” para su frustrada postulación. Sostenían que en la publicidad no se hablaba de ninguna candidatura y que tampoco se hacía mención a fecha de elección futura. Sin embargo, en la ley se habla de toda publicidad “destinada a captar el sufragio”, algo que el aviso de Menem indudablemente intenta conseguir. Ahora queda por ver si la Justicia electoral realmente hará valer el espíritu de la reforma política o si de nuevo habrá que esperar hasta una próxima elección para que se ponga en marcha.