Los partidos de izquierda empezaron a reunirse con la mira puesta en conformar un frente de unidad para participar de las próximas elecciones. Ante los requisitos de la nueva ley electoral, que los dirigentes de izquierda consideran “proscriptiva”, este año buscarán juntarse porque, si no, corren el riesgo de quedar afuera de la contienda. “Hay que frenar la proscripción K”, propuso el Nuevo MAS (Movimiento al Socialismo) en su “llamado” a los demás partidos, mientras que Izquierda Socialista envió una “carta” al Partido Obrero (PO) y demás organizaciones “por un candidato presidencial único de la izquierda”.

La sede del PO fue el escenario de la primera reunión entre dirigentes de ese partido, del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Izquierda Socialista (IS) y el Nuevo MAS. La segunda tendrá lugar hoy en la sede del Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx. La convocatoria electoral fijada por el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri “planteó la urgencia de realizar una reunión para comenzar a discutir la posibilidad de enfrentar el proceso electoral mediante un Frente Clasista entre nuestras organizaciones”, indicaron desde el Nuevo MAS. En abierto sinceramiento, el Comité Ejecutivo de esa organización señaló que “las elecciones vienen muy complejas para la izquierda por la aplicación de la proscriptiva ley electoral K”, tras lo cual describió que “al momento, la única organización que tiene legalidad nacional es el PO, pero ni siquiera el propio PO tiene sus legalidades aseguradas en los distritos más importantes, y, al mismo tiempo, entre las cuatro organizaciones se completa un verdadero rompecabezas de legalidades donde ninguna puede decir que posee la llave para superar la proscripción”.

El Nuevo MAS agregó que estas dificultades se “agigantan” por la “imposición del Gobierno de las internas abiertas del 14 de agosto, donde entromete al Estado en la vida de las organizaciones de la izquierda independiente y establece un criterio excluyente de 350 mil votantes para poder presentarse a la elección presidencial”.

La agrupación que lidera Héctor “Chino” Heberling cree que la izquierda debe hacer una campaña de “denuncia pública en defensa de los derechos políticos de un amplio sector de la vanguardia obrera y estudiantil”. Y propuso que, en lugar de buscar la legalidad cada partido por su lado, los partidos de izquierda deben poner “el conjunto de sus legalidades a disposición de un Frente Clasista, como hecho político independiente de las legalidades que tenga cada uno”.

Aunque coinciden en la necesidad de hacer una alianza política con los demás partidos de izquierda para poder pasar “las primarias de agosto”, desde el PTS desdramatizaron la situación al afirmar que ellos, el PO e Izquierda Socialista están en condiciones de conseguir la legalidad a nivel nacional. “Empezamos la discusión para acordar una fórmula presidencial común y otras candidaturas, para conformar un frente político, es decir con un programa, y técnico, para tratar de quebrar la parte más proscriptiva de la nueva ley electoral que impulsó el Gobierno, que nos obliga a conseguir el 1,5 de los votos para pasar a la elección nacional”, expresó Christian Castillo, al tiempo que destacó que “hay voluntad política de llegar a ese frente”.

Para Izquierda Socialista, las internas obligatorias pretenden “que queden sólo 3 o 4 variantes patronales”, y ante la posibilidad de que “ninguno de nuestros partidos se pueda presentar a las presidenciales”, planteó que “unidos podemos dar mejor pelea para lograrlo”. IS propone que el candidato a presidente sea del PO, y que si surgen diferencias se podrían realizar internas para definir las candidaturas. El documento de esa agrupación recordó que “la izquierda, más allá de sus diferencias, viene ocupando un importante espacio en el sindicalismo combativo, en los barrios, entre el movimiento de mujeres y en las luchas estudiantiles”, y se preguntó “si la izquierda se une en las luchas, ¿por qué no hace lo mismo en las elecciones?”.