EL PAíS
RAMONDETTI
Ayer a la madrugada falleció en Villa Bosch (provincia de Buenos Aires), el sacerdote católico Miguel Ramondetti, quien junto con otros 21 curas fundó en marzo de 1968 el “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo”, una organización que en su momento fue expresión del compromiso social y político de los grupos más renovadores de la Iglesia Católica. Ramondetti fue el primer “coordinador general” del Movimiento y una de sus figuras más destacadas por su capacidad política como por el compromiso cristiano y social que mantuvo hasta su muerte según lo destacan quienes lo acompañaron hasta sus últimos momentos. También aportó a la creación de otros movimientos similares de sacerdotes en América latina. En 1977, durante la dictadura militar, Ramondetti se exilió en Francia y luego en México, y desde allí se trasladó después a Nicaragua para hacer un trabajo “pastoral-militante” -.según su propia definición– junto al Frente Sandinista. Regresó a la Argentina después de ocho años de exilio y aquí continuó con su trabajo junto a los sectores populares. Nunca abandonó el trabajo político y académico, escribiendo artículos, participando en debates y dando conferencias. En la cabecera de su lecho de enfermo donde pasó los últimos días lo acompañaban tres imágenes: una fotografía de juventud de su madre, un retrato del Che Guevara y un crucifijo. Durante las últimas semanas fueron muchas las visitas que pasaron junto a su cama: antiguos compañeros del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, militantes populares y políticos, gente sencilla con la que siempre estuvo unido. También el obispo Jorge Casaretto fue a visitar a Ramondetti y le impartió el sacramento de la unción. Su última voluntad fue donar sus órganos al Incucai y su cuerpo a una facultad de medicina para que sea aprovechado en la investigación científica.