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Mañana comienzan las clases en diez provincias y en la Ciudad de Buenos Aires. Este año, el inicio está inmerso en un clima electoral que mezcla vientos de negociaciones entre el gremio docente y el Gobierno por las deudas de salarios e incentivo docente y una nube de tormenta que trae la amenaza de la Carpa Blanca si no se llega a un acuerdo que conforme a los maestros.
Mientras algunas provincias prorrogaron el inicio de sus clases para evitar los conflictos con sus docentes y otras comienzan este lunes pero con reclamos y movilizaciones, en La Pampa, Formosa, Santa Cruz, Tierra del Fuego, San Luis y Capital Federal el panorama se presenta tranquilo. Uno de los gobiernos locales que decidieron atrasar el comienzo del ciclo lectivo es el de Entre Ríos. Los docentes de esta provincia soportan una deuda salarial de varios meses, por lo que los funcionarios optaron por empezar las clases tres semanas después que la mayoría, en un intento de calmar los reclamos docentes. Los gremios de las provincias de Río Negro, Santiago del Estero y San Juan decidieron poner en marcha el inicio escolar pero dejando en claro, a través de actos y manifestaciones, que seguirán protestando por aumento de salarios, por la normalización del pago de sus sueldos y porque el gobierno nacional salde las cuotas atrasadas del incentivo docente. El 7 de marzo, cuando se realice en Paraná el Congreso Nacional de Ctera, estos gremios y los del resto del país definirán cuáles serán las medidas conjuntas que llevarán a cabo.
La posibilidad de que el gobierno nacional destine 400 millones de dólares de un crédito del Banco Mundial al pago de sueldos adeudados es grande. Sin embargo, Marta Maffei, la titular del gremio que reúne a los maestros de todo el país, asegura que este dinero “sirve básicamente para evitar el conflicto en época electoral” y que “sólo será destinado a pagar las deudas provinciales que no llegan a sumar 60 millones de dólares”. Pero el problema que genera mayor conflicto es el abultado monto que el gobierno nacional les adeuda a los docentes por el incentivo docente. Mil cien millones de pesos son los que deberían pagarse para normalizar el pago de este incentivo salarial conseguido por ley en 1999. El año pasado los recursos que envió la Nación no alcanzaron a completar los 60 pesos mensuales que cobran por cargo los maestros, y para este año sólo están garantizados los fondos para liquidar un semestre del 2001.
Pero los docentes estatales no son los únicos que realizan sus reclamos. El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) consensuó el jueves pasado realizar un paro nacional, coordinado con el resto de los gremios del país, aunque esta medida de fuerza ya se implementará mañana en los colegios privados de San Luis y Santiago del Estero, donde no comenzarán las clases. Sadop anunció además que el viernes 14 de marzo realizará una movilización en Capital Federal en reclamo del aumento de 130 pesos correspondiente a los empleados de empresas privadas y del pago de la deuda por el incentivo docente.
Mientras continúan las negociaciones, el presidente Eduardo Duhalde inaugurará oficialmente el ciclo escolar en la Escuela Nº 1 de la provincia de Formosa, acompañado por la ministra de Educación, Graciela Gianettassio. En tanto que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, asistirá al Instituto Bernasconi, junto al secretario del área, Daniel Filmus, para dar por comenzadas las clases en la Ciudad de Buenos Aires.
En época de elecciones, la candidatura de Gianettassio para la vicegobernación de la provincia de Buenos Aires paradójicamente podría jugar a favor de los docentes en su pelea por el incentivo. La actual ministra de Educación nacional debería cumplir su promesa de poner al día el pago de la deuda nacional para no ver empañada su campaña en el distrito más importante a nivel educativo del país. El fantasma de la Carpa Blanca la persigue.

Informe: Martina Noailles.