EL PAíS › LO DESCUBRIERON ROBANDO UN AUTO Y LO PERSIGUIERON
El ladrón prefecto y suicida
Un cabo primero de la Prefectura Naval Argentina se suicidó de un balazo en la boca luego de ser descubierto y perseguido por la policía tras haber participado en el robo de un automóvil. El cabo Cristian Ariel Aksentiuk tomó la drástica resolución cuando se vio rodeado por los efectivos policiales y ante la inminencia de su detención. El suceso ocurrió en la madrugada del sábado en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza. El prefecto era acompañado por otro ladrón, un civil, quien se entregó con las manos en alto.
El robo comenzó en Cañuelas, cuando los dos ladrones tomaron un remís y a las pocas cuadras, luego de sacar sus armas, obligaron al chofer a descender del vehículo, un Fiat Duna al que se llevaron. Fuentes de la comisaría 3ª de Ezeiza informaron que el chofer se comunicó con la policía y un patrullero que circulaba por la ruta 205 y que iba desde Ezeiza hacia Cañuelas, localizó el auto robado. Los ladrones eludieron el primer vallado policial y la persecución siguió hasta Spegazzini.
A la altura de la estación ferroviaria de esa localidad, en ruta 205 y 25 de Mayo, los ladrones perdieron el control del auto cuando intentaron esquivar a un ciclista. El Fiat Duna derrapó 50 metros, a lo largo de los cuales cruzó la ruta, un zanjón, pasó sobre los durmientes de las vías y se detuvo frente al andén. Allí, los dos ladrones fueron rodeados por los policías. Los dos delincuentes descendieron del rodado y uno de ellos se entregó sin ofrecer resistencia.
El cabo primero Oksentiuk, en cambio, salió llevando en la mano una pistola nueve milímetros. Hubo una advertencia policial para que arrojara el arma, pero el prefecto, en lugar de acatar la orden, se la puso en la boca, gatilló “y virtualmente se voló la cabeza”, según comentaron las fuentes policiales. El ladrón detenido es Miguel Angel Franchini.