“Estoy feliz y orgulloso de poder competir por la intendencia de mi distrito, que era lo que originalmente deseaba, más allá de las responsabilidades que me había encomendado el partido”, dijo ayer el legislador bonaerense Jorge Macri en el lanzamiento de su candidatura a intendente de Vicente López por el PRO. Diez días después de un cierre de listas donde las febriles negociaciones entre el duhaldismo y el macrismo marcaron los cierres de todo el peronismo disidente, el primo del jefe de Gobierno porteño terminó de formalizar su candidatura, desechando toda posibilidad de disputar la gobernación bonaerense. Se presenta “con boleta corta”, es decir, sólo con la fórmula a la intendencia y la nómina de concejales. “Estamos para ganar”, aseguran desde el entorno del legislador. Con una estrategia montada sobre la hipótesis de una alta intención de voto en el distrito, el candidato emprendió una campaña poco confrontativa con Enrique “El Japonés” García, quien lleva 24 años al frente del distrito. “No podemos ser necios y decir que en Vicente López está todo mal, pero hay cosas que deben cambiar”, afirmó. En la misma línea conciliadora, el referente del PRO tampoco escatimó guiños para el intendente de Tigre, Sergio Massa: “Vamos a tomar como modelo a la Policía Metropolitana y muchas de las políticas de- sarrolladas por Massa en Tigre”. La candidatura de Macri en Vicente López, y la del ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, por la intendencia de Lanús, son las únicas que mantuvo el PRO: como consecuencia de la atomización de ese espacio en la provincia de Buenos Aires, varios de los que se perfilaban para distintas intendencias migraron hacia el duhaldismo, como los legisladores provinciales Ramiro Tagliaferro –se bajó de su candidatura en Morón para aceptar el segundo lugar en la lista de diputados provinciales del Frente Popular–, y Julio Garro –peleará en agosto para ser intendente de La Plata, aunque, según Garro, su relación con Macri aún es “excelente”–.