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Unos 3 millones de alumnos empezaron las clases en la Capital Federal y en diez provincias, aunque en un clima de tensión gremial con los docentes, ya que en ocho provincias todavía no terminaron de pagar los sueldos del año pasado y el cobro del incentivo docente está atrasado en todo el país. El Gobierno mantiene con Ctera negociaciones para avanzar en ambos temas; sin embargo, la titular del gremio, Marta Maffei, no se mostró ayer muy ilusionada y consideró que en la actual situación es “muy probable” que el viernes próximo, cuando se realice en Paraná el Congreso Nacional de Ctera, los maestros decidan tomar medidas de fuerza.
Podría pasar, incluso, que algunos sindicatos interrumpan las clases en algunas provincias antes de ese congreso nacional. En Jujuy, por ejemplo, las escuelas tienen previsto abrir sus puertas mañana, pero el sindicato de los docentes primarios anunció que no darán clases, mientras que los secundarios concurrirán, pero luego se plegarán a una movilización de trabajadores estatales.
El ciclo lectivo se inició en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Salta, San Luis, Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, Tierra del Fuego y Formosa, mientras que en Santa Fe empezaron los terciarios, en Corrientes algunos colegios privados y en Córdoba las escuelas municipales.
En Entre Ríos, el gobierno local decidió postergar tres semanas el comienzo del año para evitar el conflicto con sus maestros, mientras que en Tucumán la prórroga es de 15 días.
El Gobierno nacional tiene gestiones avanzadas para destinar 400 millones de dólares de un crédito del Banco Mundial a las provincias, con el objetivo de que éstas paguen en término los salarios. Pero, aun en el caso de que el crédito se otorgue, quedará el problema mayor del incentivo docente. Para cubrir toda la deuda se necesitan 1100 millones de pesos. El año pasado, los recursos que envió la Nación no alcanzaron para completar los 60 pesos mensuales que cobran por cargo los maestros, y para este año sólo están garantizados fondos para cancelar los últimos seis meses del 2001.
El Estado acaba de girar fondos para el pago del incentivo que según Maffei servirán para abonar “40 pesos a cada docente, con lo que recién se empezaría a cubrir una parte del segundo semestre del 2001”.
Ayer, el presidente Eduardo Duhalde no pudo inaugurar el año lectivo en Formosa, como estaba previsto, porque las malas condiciones climáticas le impidieron tomar el avión. La ministra de Educación, Graciela Giannettasio, –candidata del PJ a la vicegobernación bonaerense–, compartió el acto de apertura en el Instituto Bernasconi, de la Capital Federal, con el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
“Para saldar las deudas con los docentes –dijo la ministra– estamos trabajando en dos líneas distintas: una con la Legislatura de la Nación, otra creando un fondo fiduciario que garantice el pago a los docentes de ocho provincias argentinas que tienen deudas todavía impagas.”
Ibarra señaló que el año pasado en la Capital “hubo record de días de clase”, por lo que “quedaron atrás los tiempos en que los padres dudaban entre la educación pública o la privada por el tema de los conflictos gremiales”.
Los docentes estatales no son los únicos con conflictos en puerta. El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) consensuó la realización de un paro nacional, que coordinará con el resto de los gremios, y ayer ya cumplieron un paro en la provincia de San Luis.