EL PAíS
Las frágiles pruebas del tercer atentado que se logró frustrar
La detección de llamadas telefónicas y movimientos de gente en Teherán, El Líbano, la Triple Frontera y Buenos Aires es el núcleo del informe que la SIDE le preparó al Presidente Eduardo Duhalde.
Por Raúl Kollmann
La misteriosa mención que hizo Eduardo Duhalde de que en 1996 hubo un tercer intento de atentado en la Argentina y que ese ataque se frustró se basa en una comparación de llamadas telefónicas y movimientos de gente en Teherán, El Líbano, la Triple Frontera y Buenos Aires. En otras palabras, en el documento que le entregó la SIDE al juez Juan José Galeano y al presidente Eduardo Duhalde se dice que en 1992, antes del atentado contra la embajada, y en 1994, previo al ataque contra la AMIA, desde determinadas oficinas del gobierno de Irán se llamó a los cuarteles del Hezbollah en El Líbano y desde allí se hicieron comunicaciones a la Triple Frontera, a la Embajada de Irán en Buenos Aires y a varias mezquitas porteñas y bonaerenses. También se produjeron movimientos de sospechosos en esos cuatro lugares. Estos llamados y esos traslados de gente se repitieron únicamente en 1996 y ahí la SIDE sacó la conclusión de que en ese año se estaba a punto de cometer un tercer atentado. La central de espías admite que no sabe a qué blanco se iba a atacar ni cuál fue la razón por la que el atentado no se concretó.
Hace una semana, el presidente Duhalde exhibió el siguiente argumento: “No vamos a participar de ninguna manera de la guerra contra Irak porque nuestra participación en la Guerra del Golfo provocó que sufriéramos los dos atentados y hubo un tercero que se frustró”. La frase desconcertó a prácticamente todos, desde los dirigentes de la comunidad judía, hasta a ex titulares de la SIDE e investigadores de la causa AMIA. Página/12 consultó en ese momento a un allegado a Hugo Anzorreguy, jefe de los espías en 1996, y a los responsables de la Brigada Antiterrorista. De esas dos vertientes vino la misma respuesta: “No tenemos idea de qué se trata. Nosotros no frustramos ningún ataque en el ‘96”.
Este diario recorrió varias oficinas del Gobierno para encontrar una explicación al Tercer Atentado Frustrado y distintas fuentes coincidieron en que el informe secreto presentado hace un mes por el titular de la SIDE, Miguel Angel Toma, menciona ese hecho en términos que constituyen prácticamente una especulación. La hilación es la siguiente:
- Gracias a una normalización de las relaciones de la SIDE con la CIA y el Mossad israelí, estas agencias de inteligencia le brindaron a la central de espías argentina la información de una serie de teléfonos que usa la comandancia del partido fundamentalista Hezbollah en El Líbano, la inteligencia iraní en Teherán y los integrantes de células dormidas que actuaron en la Triple Frontera, especialmente en la ciudad brasileña de Foz do Iguazú, y en varias instituciones pro-iraníes de Buenos Aires.
- Según el texto de la SIDE en mezquitas y organizaciones culturales islámicas chiítas de esta Capital había algunos militantes que integraban células dormidas dispuestas a actuar en el momento oportuno de acuerdo con planes trazados en Teherán y en El Líbano.
- En los meses previos al atentado contra la Embajada y contra la AMIA empezaban a establecerse comunicaciones telefónicas entre los domicilios sospechados y se produjeron movimientos de determinadas personas de un lugar a otro. Esos movimientos no se repitieron en ningún otro momento, salvo en períodos anteriores a los atentados.
- En 1996, la misma serie de llamados y traslados de sospechosos comenzaron otra vez. Esto supuestamente fue detectado ahora porque antes no se conocían los teléfonos que habrían usado los terroristas y sus ideólogos. “Es lógico que las anteriores autoridades no se dieran cuenta de lo que estaba pasando. Eso se vio ahora, mirando para atrás todos los cruces telefónicos e información de fronteras. El esquema del ‘92 y ‘94 se repitió milimétricamente en el ‘96 y nunca más se volvió a repetir”, señaló a este diario uno de los que tuvieron acceso al informe de la SIDE.
- Nadie tiene la más remota idea de adónde se iba a cometer el atentado.
- Nadie sabe qué es lo que frustró el ataque. Con el texto aún en secreto, resulta difícil establecer si hay algo de verdad en la presunción del tercer atentado. Los fiscales le dieron credibilidad y pidieron la detención de unos 20 iraníes. Pero para quienes han mirado con escepticismo y desconfianza toda la cuestionada actuación de la SIDE hay preguntas que por ahora siguen sin respuesta. ¿Por qué hubo dos ataques iraníes en la Argentina si el régimen de los ayatolas nunca fue acusado de realizar atentados indiscriminados? ¿Por qué actuó Hezbollah en Buenos Aires si nunca perpetró ningún ataque fuera de Medio Oriente? ¿Por qué se siguió tanto la pista iraní y no la siria, más ligada a promesas y relaciones del ex presidente Carlos Menem?