Carlos Menem se paseaba el lunes en una caravana proselitista por Chepes, en La Rioja, para promocionar su candidatura a la reelección como senador nacional. Ayer estaba citado para decir sus “últimas palabras” en el juicio en el que está acusado por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, pero justo tuvo que ir a hacerse un supuesto chequeo médico por sus problemas cardiovasculares, según explicaron sus abogados.

Al Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 no le cayó bien el faltazo y lo conminó a presentarse el 26 de agosto bajo advertencia de ir a buscarlo con la fuerza pública. “La citación de Menem fue notificada el 14 de julio pasado con suficiente antelación para su asistencia, fuera de cualquier circunstancia. En esa inteligencia el justificativo carece de seriedad en tanto no se trata de una circunstancia de excepción, sino de un estudio médico programado con antelación”, evaluó el tribunal. Menem apareció en el juicio oral en una sola ocasión, para la indagatoria, después de haberse excusado de asistir tres veces. Luego, de todos modos, no declaró. El proceso terminaría hacia fines de septiembre, tras un record de tres años de audiencias. El fiscal Mariano Borinsky pidió para el ex presidente ocho años de prisión y la querella de la Aduana, cinco. Menem está acusado de haber firmado dos decretos en 1991 y 1995 que autorizaron la venta de 6500 toneladas de armamento a Panamá y Venezuela, pero que fue desviado a Croacia y Ecuador, países con los que estaba prohibida la comercialización de armas por una resolución de la ONU. Si es condenado a una pena de cumplimiento efectivo, el tribunal tendrá que pedir al Senado su desafuero para poder detenerlo.

También están siendo juzgados el presunto traficante de armas Diego Palleros, el ex ministro de Defensa Oscar Camilión, el ex asesor presidencial Emir Yoma, el ex jefe de la Fuerza Aérea Juan Paulik, el ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga y otros doce acusados.