Martes, 20 de septiembre de 2011 | Hoy
EL PAíS › EL CANCILLER TIMERMAN HABLó EN LA ONU A LA ESPERA DE LA PRESIDENTA
Ante el secretario general de la ONU y los cancilleres de Francia, España e Italia, Timerman criticó “el doble standard” con que las potencias analizan las violaciones a los derechos humanos. Cristina Kirchner hablará mañana en la Asamblea General.
Por Fernando Cibeira
El canciller Héctor Timerman abrió el fuego en las Naciones Unidas un día antes de que llegue la presidenta Cristina Kirchner para su discurso en la Asamblea General. Advirtió que el terrorismo “debe combatirse en el marco del estado de derecho y respeto de las garantías fundamentales: aborrecemos la idea de que las violaciones de los derechos humanos son admisibles en determinadas circunstancias”. El canciller expuso en un Simposio sobre Cooperación Internacional contra el Terrorismo y aprovechó para empezar a marcar terreno sobre el “doble standard” que el gobierno argentino les endilga a las potencias en más de un tema, ahora también para los casos en que se combate al terrorismo con métodos por fuera de la ley. Aunque, de paso, tampoco se olvidó de instar a Irán a que coopere con la Justicia argentina. La Presidenta partió anoche desde Buenos Aires y aterrizará hoy temprano en el JFK. Su actividad en la Gran Manzana estará concentrada en lo que haga mañana, con una agenda a la que se le agregó un encuentro bilateral con el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Timerman llegó el domingo para cumplir con un temario bastante intenso que se extenderá hasta el viernes, cuando presida la reunión anual de cancilleres del G-77 más China. El encuentro sobre terrorismo se hizo en lo que se llama el “viejo” edificio de las Naciones Unidas, vecino a la emblemática torre de 39 pisos, una de las muchas atracciones arquitectónicas de Nueva York. A pocos días de haberse cumplido una década del 11-S, no hace falta recorrer mucho para palpar la vigencia del miedo a un ataque. Es sólo acercarse a la zona del Midtown donde está la ONU y ya empiezan las complicaciones, con vallas y patrulleros en cada esquina y controles cada vez más estrictos.
Fue la primera vez que lo invitaron. “Puede que sea la última”, bromeaban anoche cerca del canciller. Es que el discurso de Timerman se apartó de la condena habitual a los países que protegen a los terroristas para apuntarles a los que prefieren ver sólo la paja en el ojo ajeno. “La democracia puede sobrevivir al terrorismo, pero perece cuando un solo ser humano es torturado o secuestrado, cuando la Justicia es reemplazada por órdenes secretas cumplidas en centros clandestinos u operaciones ilegales”, sostuvo desde el estrado. Entre otros, lo escuchaban el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; los cancilleres de España, Trinidad Jiménez; de Francia, Alain Juppé, y de Italia, Franco Frattini; la representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, la baronesa Catherine Ashton, y la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navenethem Pillay.
Timerman explicó que en el caso argentino se daba la particularidad de que en las últimas décadas había padecido la situación del terrorismo de Estado de la dictadura militar, por un lado, y los atentados realizados a la Embajada de Israel y a la AMIA por el terrorismo internacional. “Mi gobierno día a día compromete todos sus esfuerzos y recursos para alcanzar la verdad y juzgar a los responsables, tanto del terrorismo de Estado como del terrorismo internacional. Por supuesto que no es fácil. Más de 30 años después de que se perpetraran los crímenes, se siguen iniciando en la Argentina causas judiciales referidas a actos cometidos durante la dictadura. El progreso en la causa AMIA no alcanza y es por ello que todos los años llamamos a Irán a cooperar con la Justicia argentina”, puntualizó.
Mañana, la Presidenta será la séptima oradora en la jornada inaugural de la Asamblea General de la ONU que arrancará con la brasileña Dilma Rousseff y el norteamericano Barack Obama. Una de las expectativas del mensaje tiene que ver con la respuesta que le dará a Irán a propósito de su ofrecimiento de abrir un canal de diálogo para avanzar en el esclarecimiento del ataque a la AMIA. El canciller remarcó que “los rostros humanos de quienes perdieron padres, hijos y hermanos en los feroces atentados en Buenos Aires integrarán la delegación argentina que acompañará a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando se dirija a la Asamblea General”. Habrá integrantes de los Familiares de las Víctimas del Atentado, también las autoridades de la AMIA y la DAIA. Ellos aceptan la posibilidad de abrir el diálogo con Irán, siempre y cuando eso no signifique dejar a un lado lo actuado por la Justicia argentina y el reclamo por el envío de los ocho iraníes señalados como sospechosos.
En principio, la Presidenta sólo mantendría hoy algunas reuniones de carácter privado. En la comitiva imaginaban que se quedaría en el hotel a preparar su discurso. Cristina Kirchner cambió en esta ocasión su tradicional alojamiento en el Four Seasons por el Mandarin, pegado al Central Park. Mañana le tocará hablar entre las 11 y las 12, en el segmento más fuerte de la sesión, poco antes de que se haga el primer stop para el tradicional almuerzo que ofrece el secretario general de la ONU. Esta vez es muy posible que a la Presidenta le toque en la mesa de la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Para más tarde quedó confirmado el encuentro con Piñera, algo que habían adelantado la semana pasada desde el gobierno chileno, pero en la Casa Rosada no habían querido dar por hecho. La reunión coincide con el caso del suspendido juez mendocino Otilio Romano, quien se fugó a Chile y pide allá status de refugiado político para que en la Argentina no lo destituyan y juzguen por crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, no está claro que el tema se vaya a tocar. “La verdad es que la reunión la pidieron ellos, insistieron bastante para que la hagamos”, aseguraban en el gobierno argentino.
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